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VATICANO

9 de octubre de 2016

Europa pierde su mayoría absoluta en el cónclave que elige Papa

Francisco convocará en breve un tercer consistorio que reduce el peso de Italia y el viejo continente. Los cardenales de África y Asia serán más protagonistas

Francisco parece dispuesto a acabar con el poder de la Iglesia italiana y, por extensión, de la europea, en la curia vaticana. El "Papa que vino del fin del mundo", de América Latina, donde viven más de la mitad de los católicos del mundo, anunciará en las próximas semanas el tercer consistorio de su pontificado, momento en el que nombrará al menos a 13 nuevos cardenales, en su mayor parte procedentes de América, Asia y África. Tras esto, Europa habrá dejado de tener la mayoría absoluta en un futuro cónclave, por primera vez en la historia de la Iglesia.

La fecha que se perfila en ambientes vaticanos es el 20 de noviembre. Ese día, coincidiendo con el cierre del Año Jubilar dedicado a la Misericordia, Francisco nombrará nuevos cardenales electores (los encargados de elegir Papa tras la muerte, o renuncia, del actual). Bergoglio podría anunciar sus nombres a mediados de octubre.

 

África, Asia, Siria e Irak

Entre los elegidos, destaca la apuesta del Papa por las "periferias". Así, se prevé la púrpura cardenalicia parea los arzobispos de Bangui (República Centroafricana), Yakarta (Indonesia) o La Habana (Cuba). También, dos obispos brasileños, los de Brasilia y Salvador de Bahía. Entre las sorpresas, podría aparecer Japón y, como símbolo de unidad con las iglesias de rito oriental, se habla del patriarca de Antioquía de los sirios y el archieparca de Erbil, en Irak. Entre los candidatos están tres norteamericanos, los titulares de Chicago, Filadelfia y Los Ángeles.

El tercer consistorio de Francisco acabará, a buen seguro, con la "mayoría absoluta" de Europa en un futuro cónclave. En la actualidad, de los 107 cardenales electores 51 provienen del viejo continente (casi la mitad, de Italia); mientras que el centro y sur de América cuentan con 15; Norteamérica, 13; Asia, otros 13; África, 12; y Oceanía, 3. Hoy por hoy, existen electores de 59 países diferentes, pero Francisco quiere asegurar, aún más, la idea de universalidad en la Iglesia católica.

La idea de Bergoglio, como ya sucediera en los anteriores consistorios, es dar prioridad a las sedes de las "periferias" en lugar de a las diócesis históricamente cardenalicias. Así, apenas se esperan nombramientos en Europa (Barcelona y Bruselas, y tal vez Madrid), mientras que las designaciones en África y Asia podrían ser mayoría por primera vez en la historia de un consistorio.

Osoro y Omella, en las quinielas

Osoro cree que ningún obispo se puede oponer al documento papal sobre familia

Imagen arzobispo de Madrid, Carlos Osoro

En las quinielas, dos españoles, los dos principales puntales, designados por Bergoglio para la reforma de la Iglesia en España. Se trata de los arzobispos de Barcelona, Juan José Omella, y Madrid, Carlos Osoro. Este último, además, contaría a su favor con el hecho de que, desde este fin de semana, su antecesor en la capital de España, Antonio María Rouco Varela, ha perdido su condición de elector, algo que sucederá el próximo año con el cardenal Sistach.

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, uno de los prelados más moderados y, sin lugar a dudas, el "hombre de Francisco" en España.

Junto a Osoro, el Papa ha designado cardenales de África, Oceanía, Asia y Latinoamérica, de modo que Europa deja de tener mayoría absoluta en el colegio cardenalicio. Algo que el propio Francisco había anunciado en su vuelo de regreso de Azerbaiyán, para poner de manifiesto la "universalidad de la Iglesia" frente al imponente peso del Viejo Continente y, especialmente, de Europa. De hecho, entre los elegidos, solo hay un italiano, y es el representante de Papa en Siria, Mario Zenari, lo que supone todo un símbolo de la lucha de Bergoglio contra esta guerra.

El nuevo cardenal español recibió la noticia en el aeropuerto de Santader, regresando de una celebración familiar. En conversación con eldiario.es, Osoro se muestra "profundamente feliz por la confianza que el Papa Francisco ha depositado en mí", a la vez que "sorprendido", porque "no me lo esperaba".

"Ahora mismo regreso a Madrid, porque quiero compartir este honor con mi comunidad diocesana", subrayó Osoro, quien apuntó que "me siento honrado, y con más fuerzas para dar todo lo que la Iglesia y el Papa quieran de mí, incluso hasta dar la vida". La birreta cardenalicia, de hecho, significa la total dedicación de un purpurado."Estoy muy feliz, no te lo puedo negar", revela, exultante.

En las últimas semanas, se había adelantado la posibilidad de que el Papa Francisco nombrara cardenales como culmen del Año de la Misericordia, algo que ya había anunciado eldiario.es y que se confirma, con el anuncio de Consistorio el próximo 19 de noviembre, al término del Jubileo.

Si lugar a dudas, Carlos Osoro es el hombre del Papa Francisco en España. "El peregrino", como el mismo Bergoglio lo denominó, es uno de los elegidos por el Santo Padre para construir la "cultura del encuentro" frente a la "cultura de la indiferencia". Nombrado arzobispo de Madrid hace ahora dos años, el nuevo cardenal tendrá, a buen seguro, la responsabilidad de liderar el cambio en la Iglesia española, y en la Conferencia Episcopal, donde desde hace dos años y medio ejerce como vicepresidente.

Pocos dudan que, tras el nombramiento de Osoro, su candidatura a la presidencia de la Conferencia Episcopal está cantada, así como la opción de formar tándem con el otro hombre de Francisco en la Iglesia española, el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. La sintonía entre ambos es clara, así como la conexión de un estilo cercano y amable frente a los ruidos y la imagen de Iglesia oscura y condenatoria de anteriores mandatos al frente de la CEE, especialmente de las dos décadas de Rouco Varela.

Con aporte de EFE-REUTERS-ACIN



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