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INTERNACIONALES

24 de noviembre de 2016

Primeras mujeres en el gabinete de Trump

En una señal de apertura, el presidente electo nominó a la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley (44), como embajadora ante la ONU. La otra designación -más resistida- fue la millonaria Betsy DeVos (48) en Educación.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nominó ayer como embajadora norteamericana ante la ONU a la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, y como secretaria de Educación a la millonaria Betsy DeVos, las primeras mujeres promovidas a un cargo en el gabinete desde el inicio de la transición. 

Haley, una hija de inmigrantes indios que fue muy crítica del presidente electo durante toda la campaña electoral de este año, será además la primera integrante de una minoría en el gabinete de Trump si su nominación es ratificada por el Senado. 

Aunque algunos celebraron la selección de Haley pese a su limitada experiencia diplomática, DeVos enfrentó críticas de conservadores que advirtieron que la política, gran donante del Partido Republicano, apoyó los estándares educativos tradicionales de EEUU, contra los que Trump hizo campaña. 

La noticia se conoce un día después de que Trump dijera que estaba considerando sumar también a su gabinete a su ex rival de internas, el médico afroestadounidense Ben Carson, en línea con sus intentos de diversificar la composición de sus colaboradores más cercanos en el futuro gobierno. 

Uno de los temores más profundamente enraizados en la población estadounidense -incluso, según encuestas, entre muchos votantes de Trump- es que el multimillonario concentre su gabinete en representantes de la población masculina y blanca, en detrimento de las diversas minorías. 

Haley, de 44 años, es hija de inmigrantes de India y cumple su segundo mandato consecutivo al frente del gobierno de Carolina del Sur. Es la segunda asiático-estadounidense en gobernar un estado del país. Aunque su mayor experiencia es en asuntos laborales y comerciales y carece de experiencia notable en diplomacia y relaciones internacionales, Trump dijo que le impresionaba su conocimiento de las cuestiones globales. 

Sólo efectuó ocho viajes fuera de EEUU, en particular a Alemania, pero sus puntos de vista sobre las Fuerzas Armadas y la seguridad nacional de Estados Unidos coinciden con los de los halcones del Partido Republicano. 

No todos los presidentes, y especialmente los republicanos, han dado rango ministerial al puesto de embajador ante la ONU, pero Trump dijo ayer en un que sí lo tendrá en su gobierno, por lo que Haley deberá ser ratificada por el Senado. 

Sobre DeVos, el presidente electo dijo que seleccionaba a “una defensora de la educación brillante y apasionada”. “Bajo su liderazgo reformaremos el sistema educativo de Estados Unidos y romperemos con la burocracia que está refrenando a nuestros chicos, para que podamos dar a todas las familias educación de excelencia internacional”, agregó.

DeVos, de 48 años y oriunda de Michigan, es una conocida defensora de las escuelas privadas con subsidio estatal y es presidente de la ONG American Federation for Children. 

La familia DeVos ha militado intensamente en el Partido Republicano en las últimas décadas, especialmente como donante de la agrupación. El marido de DeVos, Dick, es el heredero de una de las dos familias dueñas de la compañía de marketing Amway, de la que fue presidente. 

El activista conservador republicano Frank Cannon, presidente de la organización American Principles Project, rechazó la nominación de DeVos, a quien llamó “una integrante del establishment, favorable a los estándares educativos tradicionales”. “Esto no califica como ‘drenaje del pantano’”, dijo Cannon, en alusión al eslogan de campaña de Trump sobre la necesidad de terminar con la corrupción en Washington. “Y parece ir en contra de lo que Trump ha declarado hasta ahora sobre política educativa”, agregó. 

La nominación de Haley despertó menos oposición. La ONU consideró “alentador” el rápido nombramiento de una embajadora y aseguró que suponía “una buena señal de cara al futuro”. 

El senador por Carolina del Sur Lindsay Graham elogió a la gobernadora de su estado y dijo que ansiaba trabajar junto a ella en una “demorada reforma de las Naciones Unidas”.

Uno de los voceros de Trump, Jason Miller, dijo ayer que el presidente electo estaba dedicando una “cantidad importante de tiempo” a decidir su futuro secretario de Estado. Entre las personas que ha entrevistado para este puesto figura el ex candidato presidencial republicano de 2012, Mitt Romney, quien se opuso fuertemente a la candidatura presidencial de Trump. Luego del secretario de Estado, el embajador ante la ONU es el cargo diplomático de mayor poder. 

 

 

La tercera embajadora ante la ONU de forma consecutiva

Haley tendrá la oportunidad de moldear las políticas estadounidenses, más que limitarse a defender la posición del gobierno y de ser su voz en la escena diplomática internacional. Sin embargo, hay dudas sobre el rol que se le asignará. Trump hizo campaña bajo el eslogan de “Estados Unidos primero” y ha manifestado su escepticismo sobre “los organismos internacionales que nos tiene amarrados y nos tiran para abajo”.

De ser confirmada, Haley será la tercera mujer embajadora ante la ONU de manera consecutiva, luego de Susan Rice y Samantha Power, la actual representante ante la ONU. El nuevo puesto de Haley allanará el camino para que su vicegobernador, Henry McMaster, la reemplace como gobernador de Carolina del Sur. 

 

Contradicciones

Aún antes de asumir la Casa Blanca, el presidente electo Donald Trump ya marca diferencias con las posturas que asumió durante la campaña electoral, en la que se mostró como un candidato de retórica incendiaria, en temas que van desde cambio climático al uso de la tortura.

 

Cambios más notorios

- Clima. En la campaña electoral Trump había afirmado que el cambio climático era un rumor diseminado por China, y que su gobierno resistiría cualquier acuerdo sobre medio ambiente que afecte los empleos en EEUU. Sin embargo, esta semana dijo que aún analizaba retirar a EEUU de los acuerdos de París, y añadió que mantenía “una mente abierta” sobre el tema.

- Servicios de salud. Durante la campaña Trump afirmó que su primera iniciativa en el gobierno sería arrancar de raíz el sistema de salud vigente, llamado “Obamacare”, aunque después dijo que consideraría  mantener aspectos del plan.

-Investigación contra Clinton. La promesa de iniciar una investigación especial contra su ex adversaria Hillary Clinton fue una de las más polémicas de su campaña, pero esta semana dijo al diario The New York Times que no quería “herir a los Clinton” y que una investigación especial contra Hillary podría ser “muy divisivo” para el país.

- Uso de la tortura. Trump había generado ovaciones en sus actos de campaña al afirmar que restablecería la autorización para aplicar torturas a prisioneros. Pero cambió de idea tras una conversación con un asesor militar, que le indicó que la experiencia mostraba que la tortura era ineficaz.

 

Las dudas

- El famoso muro. La idea de construir un muro en la frontera con México -y hacer que los mexicanos paguen por la obra- fue una de las ideas más espectaculares de Trump durante toda su campaña.

- Extrema derecha. Trump desautorizó y condenó a un grupo radical de derecha que celebró su victoria en las elecciones con saludos de “¡Heil, Trump!” y el brazo derecho extendido al estilo nazista. Sin embargo, mantuvo el nombramiento de Steve Bannon como su asesor jefe de estrategia. Bannon condujo el sitio web Breitbart, considerado como la plataforma de expresión de esa nueva ultraderecha.

- Rusia. Las relaciones entre Washington y Moscú están en su peor momento desde el fin de la llamada guerra fría, pero Trump dijo estar seguro de poder tener una “muy buena relación” con Vladimir Putin.

Fuente: AP



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