El viaje de Lionel Messi y Antonella Roccuzzo a Rosario durante los últimos días de diciembre tenía un motivo secreto, más allá de celebrar Navidad y Año Nuevo. Y que la pareja no tuvo intenciones de hacer público. Sin embargo, con el paso de los días, se supo: el 29 de diciembre bautizaron a sus dos hijos, Thiago (4 años) y Mateo (1), y lo celebraron con una fiesta privada.

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Si bien quisieron mantenerlo en secreto, el propio Messi compartió una foto de aquella noche en su cuenta de Instagram. Aparecía con sus hermanos y algunos de sus amigos, pero en ningún lugar aclaraba de qué se trataba. Incluso, la mayoría de los medios especuló que había salido a disfrutar de la noche rosarina. Pero no, de camisa y corbata, como para darle más seriedad, celebró el primer sacramento de sus herederos junto a los seres más cercanos.

Hoy, el diario catalán Mundo Deportivo publicó una nota en la que contaba esta noticia. Pero ya desde los últimos días de 2016 la información ya estaba confirmada en las redes sociales. Es que muchos de los empleados que trabajaron en la fiesta lo contaron a través de sus redes sociales, y hasta compartieron imágenes. "Los medios dicen que Messi fue a una fiesta a disfrutar de la noche rosarina, jajaja. No saben nada, era el bautismo de los hijos", escribió Luli Damato, una joven rosarina que trabaja en el catering que se encargó de la comida, en Twitter. Si bien también subió una foto a Instagram, puso su cuenta como privada luego de las repercusiones que generó. Pero otro usuario la compartió:

También se filtró la tarjeta de invitación y las estampitas de Mateo, el segundo hijo de Leo y Antonella.