Europa ya no tiene que hacer frente a la emergencia de la gran recesión, el problema migratorio es más o menos bajo control y el divorcio Londres-Bruselas está siendo difícil, pero los platos no están volando sobre las cabezas de Theresa May, Angela Merkel y el compañía. El extremo derecho no puede conseguir los gobiernos.

La recuperación económica volvió. Las aguas, en fin, están un poco más tranquilas en casi todos los aspectos y ésta no es una de esas cumbres de vida o muerte de los últimos tiempos. Sin embargo, la gran crisis en Europa presenta una formidable capacidad para la creatividad: la historia del siglo pasado da el término "desafío nacionalista" un exceso de peso semántico que convierte procés (proceso independentista catalán) en un problema europeo de primera magnitud.

Brexit :. Puede un guiño a los líderes de la UE debe enviar una señal al Reino Unido . El discurso Theresa May en Florencia abrió una dinámica más positiva, a menos brillantes términos . No hay progreso suficiente para comenzar la negociación del futuro acuerdo comercial. Sin embargo, los países de la UE (sin el Reino Unido) abren las puertas para la preparación del período transitorio. Pero note bien: "Eso no obliga a nada", afirma un diplomático de una de las grandes delegaciones. "Europa está preparada para el escenario de un no acuerdo", con lo que Londres amenaza desde hace algún tiempo.

Londres y Bruselas amenazan sin partir para las vías de hecho: ese escenario no interesa a nadie. Para avanzar, sin embargo, hay que haber acuerdo sobre el proceso del Brexit (y hay grandes diferencias ahí), a los derechos de ciudadanía (Londres no acepta el papel que Bruselas quiere dar al Tribunal Europeo de Justicia) e Irlanda del Norte. Tal vez el tono haya cambiado. Pero no hay nada parecido a un acuerdo a la vista. la Alemania, dijo a la AFP un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, George W. Bush, en una conferencia de prensa. la industria alemana quiere seguir vendiendo coches en suelo británico. "Pero la patronal alemana no está dispuesta a aceptar que el Reino Unido tenga acceso al mercado interior si existe riesgo de dumping", afirman fuentes diplomáticas.

Inmigración: la pista del dinero. Los líderes parabenizarão la reducción de las entradas de inmigrantes por el Mediterráneo central (Italia, básicamente). Pero al mismo tiempo algunas cancillerías se quejan de que algunos países no han aportado su contribución al Fondo Fiduciario para África, que pretende mejorar la situación en los países africanos enviando fondos para desarrollar esas economías para frenar la emigración.

Preocupación con Turquía. elecciones alemanas ponen de nuevo sobre la mesa el tema de las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE. No hay unanimidad para congelar esa negociación. Pero se discutirá la posibilidad de reducir las ayudas al país (que reciben todas las naciones que negocian la entrada en la UE). No hay avances en la unión aduanera. Europa no quiere romper con Turquía, un eslabón esencial del problema migratorio, pero tampoco está dispuesta a dar un solo paso adelante. Además de Turquía, la cumbre abordará la situación del acuerdo nuclear con Irán tras el alejamiento norteamericano. Y ratificará las sanciones autónomas a Corea del Norte aprobadas por los ministros de Relaciones Exteriores el pasado lunes.

Política comercial: Francia en la ofensiva. Macron es a través de la adopción de reformas estructurales complicadas y quieren un primer asentimiento Europeo a sus propuestas para que pueda vender su programa en el país con menos defensa. Francia quiere un equilibrio entre la tradicional posición de la UE en favor del libre comercio y las críticas de la población a acuerdos comerciales como el CETA (con Canadá) o el TTIP (con Estados Unidos). Macron ya fracasó en la última cumbre con su propuesta de limitar las inversiones extranjeras de países como China. Pero la agenda comercial ganó aliento con la sentencia sobre el acuerdo con Singapur y las negociaciones con el Mercosur, Australia y Nueva Zelanda.

De ojo en Cataluña. Rajoy, que llega a Bruselas este jueves, no irá a la tradicional reunión de líderes del PP. Su equipo afirma que no pretende abordar el desafío independentista catalán. "Si los primeros ministros preguntan en los corredores, les contará cómo está la situación, pero Cataluña no está en la agenda", dicen las fuentes consultadas, que recurren a "nada a declarar" para casi todo. El hermetismo de la delegación española contrasta con el vivo interés de los ministerios de Relaciones Exteriores, que hablan abiertamente de Cataluña, en general de manera informal.

En resumen: toda Europa apoya a Rajoy. Alemania sugirió que si hay declaración de independencia comienza a correr el reloj constitucional: vería con buenos ojos la aplicación del artículo 155. En eso, las instituciones y los socios europeos cierran posición con España. Con dos observaciones: Europa exige que Rajoy dialogue (la gran mayoría de los líderes añade que ese diálogo debe suceder dentro del marco constitucional, pero no todos ellos), y no quiere ver más imágenes como las del día 01 de octubre, cuando se produjo la votación del referéndum catalán "La fuerza de la razón es mejor que la razón por la fuerza", sintetizó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

La gestión de Rajoy en la crisis catalana ha encontrado voces críticas dentro del propio Partido Popular Europeo (PPE, en el que figura el PP español). Donald Tusk. La gestión de Rajoy en la crisis catalana ha encontrado voces críticas dentro del propio Partido Popular Europeo (PPE, en el que figura el PP español). Donald Tusk. La gestión de Rajoy en la crisis catalana ha encontrado voces críticas dentro del propio Partido Popular Europeo (PPE, en el que figura el PP español).