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11 de abril de 2018

Richard Gere enamorado de una española

Richard Gere, un galán que encontró el amor en los brazos de una bella española

El famoso actor, que estuvo casado con la supertop Cindy Crawford, tiene el corazón ocupado por la joven de 32 años Alejandra Silva

Richard Gere y Alejandra Silva


Alejandra Silva Fridlan, educada en Leweston School, el prestigioso colegio para señoritas británicas, es una joven que pertenece a la jet set española y desde hace casi un año mantiene con total discreción una relación con Richard Gere.

Gere con su actual pareja, la española Alejandra Silva

Gere con su actual pareja, la española Alejandra Silva Fuente: Archivo

Muy discretos la pareja ha logrado mantener casi en secreto su noviazgo, un romance que todo apunta que se fraguó en Nueva York, ciudad en la que trabaja Alejandra Silva y en la que pasan la mayor parte del tiempo, junto a Madrid, puesto que en la capital de España Silva también tiene bastantes compromisos laborales.

El actor se volvió a casar en 2002 con la ex chica Bond Carey Lowell, con quien estuvo durante 18 años

El actor se volvió a casar en 2002 con la ex chica Bond Carey Lowell, con quien estuvo durante 18 años

Su lado más humano

Tal vez, gran parte de su éxito se lo deba al equilibrio que encontró entre su rol en Hollywood y sus labores solidarias. El actor quiere hacer de la tierra un lugar mejor para todos, razón por la cual recorrió el mundo en busca de causas justas. Pero no descuidó su carrera y tras sus viajes a Honduras, Nicaragua o El Salvador, por ejemplo, volvió a los sets.

El momento cumbre de su activismo llegó en 1993, cuando aprovechó su aparición en la ceremonia de los Oscar para denunciar la ocupación china de la región autónoma al noreste del Himalaya. Su condena a las políticas del gigante asiático en el Tíbet, resintieron su carrera, pero nunca se doblegó: desde 1997 tiene prohibida la entrada en China. En 2008 pidió que se boicotearan los Juegos Olímpicos de Pekín y desde hace años coordina dos fundaciones que apoyan los derechos de los tibetanos. Es ese activismo constante el que le ha pasado factura a la hora de protagonizar películas financiadas por estudios que hace apenas 20 años pagaban millones por tenerlo. Y también le valieron algunas de sus relaciones personales.

 

Desde la escuela fue conocido por su facilidad para la música y no venía precisamente de familia. Nacido el 31 de agosto de 1948 en Philadelphia, Pennsylvania, su padre, Homer, era agente de seguros; y su madre, Doris, bastante tenía con cuidar a sus cinco hijos, de los cuales, Richard era el segundo. Sin embargo, él pronto despuntó con el piano y la trompeta y sorprendía siempre a sus compañeros de colegio con melodías inventadas por él. "Crecimos como una familia normal de clase media. El dinero nunca fue un problema, teníamos suficiente, pero tampoco era el objetivo. Mi padre tenía dos trabajos y mi madre era ama de casa y crió sola a sus cinco hijos. Era así para la mayoría de la gente que me rodeaba en esa época, posterior a la Segunda Guerra Mundial", recordó en una entrevista.

Antes de ser actor probó un poco de todo. Pasó por la Universidad de Massachusetts Amherst con una beca de gimnasia, con especialización en filosofía, pero dejó los estudios a los dos años sin graduarse. Intentó con una banda de rock (tocaba la guitarra y el teclado), pero no tuvo suerte hasta que descubrió el cine europeo y decidió tomar clases de teatro. Pronto llegó un papel en la obra Grease y la explosión en la película American Gigoló.

 


Con las mujeres, tuvo más suerte: siempre fue foco de todas las miradas. Incluso, en 1999 fue declarado por la revista People como el hombre más sexy del planeta. Por sus brazos pasaron Diana Ross; la ex modelo nicaragüense, Bárbara Carrera; Dalila Di Lazzaro; Penelope Milford y Uma Thurman. Hasta que en 1987 comenzó a salir con la supermodelo Cindy Crawford y formaron una de las parejas más atractivas del momento. Cindy tenía 25 años cuando se casaron y él, 42. Su matrimonio duró tan solo cuatro años y ella, según le confesó a Oprah un tiempo después, ahora piensa que esos 17 años de diferencia fueron la clave del fracaso de la pareja: "Una mujer a los veintitantos empieza a conectar con su fuerza interior y, de pronto, deja de ser quien era cuando se compromete con la otra persona". Sin embargo, lo recuerda como un gran capítulo en su vida y asegura que, gracias a él, aprendió a manejar la fama y a decir que no cuando alguien le pedía que hiciese algo que no quería hacer.

 

Lo de Richard sin dudas, es la vida de a dos, por lo que se volvió a casar en 2002. Esta vez con la ex chica Bond, Carey Lowell. Juntos tuvieron al único hijo del actor, Homer, que en la actualidad tiene 17 años y es su debilidad. Tras su separación, después de 18 años juntos, comenzó una relación con la socialité española, Alejandra Silva, en 2015, de quien se enamoró durante su estadía en el lujoso hotel Treville, ubicado en Positano, Italia, aunque ella contó que se conocían desde antes. Junto a esta mujer de 35 años, el actor de 68 comparte su vida y una militancia activa, recorriendo el mundo peleando por las mismas causas sociales.
No en vano es uno de los actores preferidos del público y el amor platónico de generaciones completas de mujeres. Todos alguna vez hemos visto alguna de sus películas (muchos, ¡varias veces!). Es que Richard Gere tiene algo que enamora, dentro y fuera de los sets: su mirada y su sensibilidad. La misma que lo llevó a la cima del cine y lo transformó en un activista de causas solidarias, que incluso lo llevaron a alejarse de Hollywood durante años. La causa del pueblo tibetano, la lucha contra el sida y los derechos de las personas sin techo son los pilares básicos de las fundaciones con las que trabaja y a las que apoya no sólo económicamente sino también, en giras solidarias que lo llevan a reunirse con líderes y mandatarios de todo el planeta.

Ganó premios, recorrió el mundo, enamoró a miles de mujeres, se casó dos veces y fue el galán por excelencia de los 80 y los 90, pero reniega de ese rol: "No me siento así para nada, no tengo nada ver con eso, créeme soy solo un tipo normal. Lo más importante de mi vida es mi hijo. Tengo un trabajo excelente que aún me proporciona retos desde el punto de vista creativo, y eso es fantástico, pero no es la vida", aseguró en una entrevista con la agencia de noticias EFE.

Hace algunos años, la búsqueda de su "verdadero yo" llevó al actor a abrazar la fe budista y a ser uno de los principales discípulos estadounidenses del líder espiritual, visitando la India en varias oportunidades. Eso cambió su vida por completo. "Hay un poderoso ejercicio que empecé a hacer hace algunos años. Frente a quien encuentre en mi camino, lo primero que pienso es "te deseo felicidad". Esto transforma completamente lo que va a ocurrir en ese encuentro", confesó.

Pero no se quedó sólo en palabras y creó la Fundación Gere, que contribuye en numerosos proyectos sanitarios, pedagógicos y humanitarios. Y editó su primer libro, Pilgrim (Peregrino), que fue publicado en 1997 y es una colección de imágenes que representa su trayectoria como budista.



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