El escaso porcentaje escrutado de mesas, inferior al 4 por ciento, no permitía avizorar ninguna tendencia.

Con el 9,12% de las mesas escrutadas de 3.474 en todo el territorio provincial- el candidato del Frente para la Victoria obtenía el 66,3% contra el 30% del postulante del Acuerdo para el Bicentenario (APB).

La Junta Electoral Provincial (JEP), la máxima autoridad del Estado en los comicios, estimaba que la tendencia podría conocerse recién durante la madrugada del lunes, y la lentitud del conteo se atribuye a la numerosa cantidad de listas colectoras que permite el denominado sistema de acople, una ley de lemas remozada que rige desde 2006.

En este contexto, los principales candidatos presidenciales, Daniel Scioli, del Frente para la Victoria, y Mauricio Macri, de Cambiemos, habían llegado a la provincia con sus principales colaboradores y funcionarios, con sendas expectativas de triunfo.

Entre ellos, por el kirchnerismo, se destacaban el secretario de Legal y Técnica y compañero de fórmula de Scioli, Carlos Zannini; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" de Pedro, mientras que por la oposición se destacaron el presidente de la UCR, el senador Ernesto Sanz, y el jefe de la campaña presidencial de Macri, Marcos Peña.

Tras encontrarse con el gobernador José Alperovich en la Casa de Gobierno, Scioli criticó a la oposición al señalar que "vieron venir el resultado y abrieron el paraguas" en referencia a "quienes quisieron empañar esta gran jornada democrática", debido a denuncias de irregularidades y de agresiones.

Cerca de la medianoche, Manzur formuló declaraciones a los medios en la Casa de Gobierno y dijo que la fórmula que conforma con Osvaldo Jaldo, ministro del Interior, "está ganando en toda la provincia de Tucumán", aunque admitió que en la capital, donde la oposición se hacía más fuerte, "la elección es mucho más reñida, mucho más peleada".

Pocos minutos después, en el búnker del APB, Cano aseveró que la oposición gana "por más de 20 puntos en la capital" de la provincia y que obtuvo triunfos en "Bella Vista, Concepción, Aguilares, Alberdi y Tafí Viejo", municipios considerados importantes.

"Con Domingo Amaya -su compañero de fórmula- vamos a ir a la Junta Electoral a pedirle a (Antonio) Gandur -presidente del organismo y también de la Corte Suprema de Justicia provincial- que garantice la transparencia de los comicios", dijo el postulante radical.

Tras las declaraciones de Cano se conoció que el apoderado del APB solicitó a la Junta Electoral la suspensión del escrutinio provisorio y la publicación de los datos, debido a las denuncias de "quema de urnas" y "telegramas sin firmas" entre otras irregularidades detectadas.

En ese contexto, junto a Sanz, Macri había reclamado unas horas antes a Alperovich "que garantice el escrutinio en paz, que garantice que esta noche se va a saber el resultado de la elección sin más violencia, sin más atropellos".

El escrutinio lento fue correspondiente con la lenta y dificultosa votación debido a la cantidad de fiscales -entre 15 y hasta 27 por mesa-, relacionada con los más de 25.000 candidatos para los 345 cargos electivos en disputa, en una jornada empañada por la violencia.

En la comuna de San Pablo, ubicada al oeste de la provincia, se produjo un enfrentamiento a balazos entre dos facciones del peronismo, durante el cual resultó herido un gendarme, que sufrió una pedrada en la cabeza.

A ese episodio se le sumó la quema de urnas en la comuna Sargento Moya, ubicada en el sur de la provincia, donde las autoridades suspendieron la votación y se deberán realizar unos comicios complementarios, con fecha a determinar.

En la escuela Profesor Alfredo Cosson, ubicada en la zona sudoeste de la capital tucumana, un fiscal general del APB hizo vaciar la urna número 959 que antes de la apertura de la votación ya contenía votos del Frente para la Victoria.