Estados Unidos publicará la próxima semana sus cifras de inflación de septiembre, que animarían el debate entre los inversores y economistas sobre la posibilidad de que la Reserva Federal aplique a fin de año una subida de tasas que sería la tercera de 2017.

El consenso en un sondeo de Reuters indica un leve avance de la medición anual de la inflación a un ritmo de 2,0 por ciento, en línea con la meta de la Fed. Para la lectura subyacente se espera una tasa menor, de 1,8 por ciento, por lo que el cuadro general aún sería de alzas de precios moderadas.

 “La próxima medición tiene que presentar un repunte a una inflación normal”, dijo Steven Englander, de Rafiki Capital, en un informe. “Si (el dato) resulta flojo, habrá que prever que el lenguaje de la Fed y las expectativas del mercado cambien en forma considerable”, agregó.

 El mercado de futuros casi da por descontado un aumento de tasas en diciembre, luego de una serie de comentarios de autoridades del banco central estadounidense que parecieron apuntar en ese sentido. Esto llevó a avances del dólar y de los rendimientos de los bonos del Tesoro.

Otro factor detrás de estos movimientos, que también alienta a las acciones, es el progreso del plan de rebajas impositivas del presidente estadounidense, Donald Trump. Esta semana, los republicanos en el Congreso avanzaron para acelerar una reforma del código impositivo estadounidense.

En la zona euro los inversores siguen mirando con atención los eventos en Cataluña, aunque la situación dio señales de encaminarse luego de que el Tribunal Constitucional de España ordenó suspender una sesión del Parlamento catalán, sembrando dudas sobre una declaración de independencia.

Entre los indicadores del bloque, los más importantes serán los números de inflación de Alemania y Francia. Para el índice de precios al consumidor alemán, los analistas sondeados por Reuters anticipan una medición anual de 1,8 por ciento, parecida a las lecturas recientes.

En China se conocerán datos del comercio internacional del país en septiembre, además de la inversión extranjera directa. El yuan, la moneda china, se ha depreciado a mínimos en un mes y medio tras una sorprendente revalorización que llegó a su máximo en más de un año el mes pasado.