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22 de diciembre de 2017

El trigo con un muy buen Rindes récord ¿Cuáles son las claves de la campaña?

Una buena fertilización, el control de enfermedades y condiciones climáticas favorables, se encuentran entre los factores detrás de un nuevo récord.

Con un 90% de avance en la cosecha de trigo en la zona núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario confirmó que el actual ciclo del cereal cierra con un nuevo récord de rinde. Esta semana se  alcanzaron los 46 qq/ha de promedio, superando por 2 quintales la marca más alta, la del ciclo 2010/2011.

En este sentido, dialogamos con cuatro casos de rindes por encima de lo esperado, quienes compartieron las claves de la campaña.

POR ENCIMA DE LO PRESUPUESTADO
"El rinde presupuestado era de 40 qq/ha y terminamos como rinde cosechado de 60 qq/ha", comentó el Ing. Agr. Ricardo Bergmann, un productor que lideró el planteo de 2.600 hectáreas de trigo repartidas entre Santa Fe, con lotes en la zona de Bombal y Sancti Spiritu, y en Córdoba, en la zona de Monte Buey y Viamonte.

"Se hizo mucho trigo este año a comparación del año pasado, teniendo en cuenta que las condiciones eran muy buenas con un gran potencial gracias a la disponibilidad de humedad", destacó Bergmann y explicó al momento de la planificación el número para el cereal se mostraba positivo, con una rotación de trigo/soja que le gana a la soja de segunda.

A valores de presupuesto, la combinación trigo/soja tenía un margen global de US$ 135 por hectárea y la soja de primera no pasaba los US$ 80: "Esto motivó a incrementar la superficie de trigo".

En este caso se trata de lotes que venían con una rotación intensa con maíz y que se los encaró con un planteo similar. La variedad implantada fue en su mayoría Algarrobo de Don Mario, con una pequeña parte de Ceibo y Fuste, que al momento de ser sembradas se encontraron con muy buena disponibilidad de humedad, con una densidad de siembra de 305 plantas por metro cuadrado.

En palabras de Bergmann el clima durante el ciclo fue extraordinario, que se sumó a una buena cantidad de fertilizante al inicio: "Lo más importante para mi fue el esquema técnico, que fue muy bueno". En el momento del llenado las condiciones fueron excepcionales: "Toda la técnica puesta se expresó al máximo", destacó.

La presión de enfermedades se hizo sentir durante el ciclo y se hicieron dos aplicaciones, mientras que en Sancti Spiritu fue necesaria una tercera.

Por otro lado, en lo que hace a la fertilización se hizo análisis de suelo y arrancaron con 80 kilos de N por hectárea para llegar al rinde proyectado. Pero cuando vieron que se encontraba tan bien optaron por agregar entre 30 y 50 kilos más: "Se noto la diferencia con los que no hicimos doble aplicación, tuvimos una diferencia de hasta 10 quintales", comentó.

SÚPER RINDES SOBRE EL SUDESTE CORDOBÉS
En la zona de Isla Verde, sobre el sudeste cordobés, un lote llegó a cerrar con 82 qq/ha de promedio. Valentín Gentiletti, asesor del campo, comentó en dialogo con Agrofy News cuál fue la clave de estos rindes tan elevados: "Fue clave la fertilización nitrogenada junto con el manejo sanitario".

Además, "el ambiente en el campo fue tremendo, fue la principal causa de haber explorado tanto ese potencial de rinde".

Gentiletti explicó que se trata de tres lotes. Uno grande de 69 hectáreas que cerró con un promedio de 76 qq/ha, otro más chico de 17 hectáreas que cerró en 82 qq/ha y otro más chico de 12 hectáreas que cerró en 74 qq/ha:  "Hubo picos de 105 quintales en algunos lotes puntuales"
"Las condiciones al momento de la siembra eran óptimas, con una densidad con la que apuntamos a lograr 250 plantas el metro cuadrado", explicó Gentiletti. La apuesta del planteo fue a variedades de ciclo medio largo con alto potencial de rendimiento, mayormente Algarrobo de Don Mario.

En la misma siembra realizaron análisis de suelo y se ajustó todo por curvas de respuesta:  "Este año nos encontramos con que había muy poco N en el suelo al momento de la siembra. Estuvimos aplicando hasta 400 kilos de Solmix por hectárea". Además se incorporaron 100 kilos de MAP durante la siembra.

En tanto, en cuanto a enfermedades, Gentiletti comentó que había condiciones para que las mismas exploten: "Hubo presión de Roya Amarilla en macollaje, tuvimos que aplicar muy temprano porque empezaron a aparecer los focos dentro del lote". Luego llegó la reinfestación y debieron aplicar por segunda vez, con lo que lograron llegar a la cosecha.

COMBATIENDO ENFERMEDADES
"El rinde presupuestado en el comienzo de la campaña se superó ampliamente", comentó el Ing. Agr. Eduardo Corvi, asesor de la empresa Eskel S.A., que cuenta con un campo de 1.100 hectáreas en la zona de Carlos Pellegrini sobre el centro-oeste de la provincia de Santa Fe. Allí el promedio fue de 50 qq/ha, con picos de 67 qq/ha.

Corvi destacó que la clave fue mantener el cultivo sano y que se observó una alta respuesta a la aplicación de fungicidas: "Los lotes que no se aplicaron en el momento justo tuvieron una disminución de rindes importante. La presión de enfermedades fue muy superior a años anteriores".

En cuanto a las aplicaciones, los materiales susceptibles a roya amarilla recibieron doble aplicación. Una bien temprano a mediados de encañazon, y la otra ya con el cultivo espigado. Así se pudo observar una alta respuesta a la pasada de fungicidas: "Observamos una diferencia de rinde de hasta 20 qq/ha en algunas variedades susceptibles".

Para lograr buenos rindes también fue clave partir con un lote bien provisto de agua y con temperaturas que fueron acordes a la necesidad del cultivo. Las variedades implantadas fueron mayormente Algarrobo de Don Mario ciclo intermedio, con una densidad de siembra de 300 plantas por metro cuadrado.

En tanto, la fertilización se realizó en base a análisis de suelo y de acuerdo a lo que necesitaba cada lote: "Fue unos 90 kilos de N. En algunos casos chorreados con Solmix".

60 QQ/HA EN LA ZONA DE TEODELINA
A 205 km de Rosario, en la zona de Teodelina, Miguel Balducchi comentó el planteo con el que lograron un promedio final de 60 qq/ha, con picos de 75 qq/ha, en un campo de 900 hectáreas. Aquí, las buenas condiciones del cereal durante la campaña hicieron que las expectativas fueran muy altas.

"Un trigo de 60 qq/ha en la zona es muy bueno, pero la expectativa por las condiciones climáticas con las que iniciamos la campaña, creímos que íbamos a llegar a un rinde superior", fueron las palabras de Balducchi. "La clave fue que se fertilizó bien. Cuando sembras trigo tenes que buscar materiales que respondan a la fertilización sin volcarse", explicó.

Balducchi explicó que la siembra no fue sencilla: "Sembramos campos con mucha agua, comenzamos el 10 de junio y terminamos el 20 de julio". De igual manera, la buena disponibilidad también fue la motivación a incorporar mucha superficie con el cereal, teniendo en cuenta también las posibilidades de una buena cosecha.

La caída final en los rendimientos Balducchi la atribuye a que la temperatura no fue la adecuada en momentos claves: "No tuvimos invierno. Al trigo le gusta el frío y no lo tuvimos. Sobre el final hubo tres días en donde hizo mucho calor que no le gustaron", graficó.



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