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13 de noviembre de 2018

Coworking gana espacio en Argentina

El entorno para generar vínculos, con alta valoración entre los usuarios.Foto:Getty

Por: Redacciòn FM Fleming"Magazine"

Hay un abanico de perfiles y de posibilidades que ha evolucionado en los últimos años. El formato no cuenta aún con lugares en la provincia.

Según el portal de estadísticas on line Statista, el número de coworkings que existe hoy en todo el mundo ronda los 19 mil y se estima que, hacia fines de este año, habrá unos 1,8 millones de profesionales eligiendo estos espacios para trabajar.

Se adjudica a Brad Neuberg, un desarrollador de software radicado en San Francisco (Estados Unidos), haber sido el primero en pensar fuera de la caja e idear una manera de trabajar en forma independiente, pero a la vez rodeado de personas con las cuales compartir gastos y experiencias.

Oficinas coworking funcionalidad

Las oficinas coworking bien diseñadas consiguen ese objetivo, garantizando una comunicación más fluida y un trabajo más efectivo y, en mucho casos, más productivo.Foto:Getty

El entorno para generar vínculos, con alta valoración entre los usuarios
Ese primer puntapié sucedió en 2005 y adquirió como nombre el neologismo coworking.

El concepto va más allá de alquilar un espacio con determinados servicios que se consideran “básicos” y que incluyen, en general, desde lo esencial, como un escritorio, conexión a internet y café, hasta otros complementos, como casilleros, asador, pileta y estacionamiento.Espacios amplios reformas oficinas coworking

Espacios abiertos y amplios para toda la empresa, eliminando aquellos tabiques que no aportan nada y que están dificultando esa fluidez y dinamismo que emanan del espíritu coworking.Foto:Getty

Es que, en rigor, el formato ofrece un plus que cuenta con una alta valoración entre quienes deciden sumarse a esta ola: trabajar en comunidad.

Aquí se propician relaciones que fluyen y generan sinergia, amistades, colaboración –de hecho, muchos traducen coworking como trabajo colaborativo–, y a veces hasta nacen sociedades y nuevos negocios.

En la ciudad, estos espacios siguen creciendo en popularidad, en cantidad y en variedad. Ya suman, por lo menos, 25 y tienen capacidad para más de 2.300 puestos, según un relevamiento propio. 

Esto significa 10 coworkings más que hace dos años (66 por ciento de crecimiento) y casi dos mil puestos más que en aquel entonces, ya que entre los nuevos lugares hay algunos espacios con mucha más infraestructura.

La ocupación es altísima y, en el caso de los que llevan más años en el mercado, hay incluso listas de espera.

Cuánto cuesta

Las modalidades de contratación de estos espacios son variadas. Van desde el pago por adelantado y “de palabra”, pasando por contratos de alquiler temporario (como los de departamentos amoblados) o de locación de servicios, hasta las notas de adhesión.

Aunque la frecuencia de locación más popular es la mensual, también hay opción de alquilar por días y hasta por horas (90 a 100 pesos, en promedio). 

Estas dos últimas posibilidades son elegidas para salas de usos múltiples y reuniones, y son el auxilio de muchos trabajadores independientes (conocidos como freelancers) cuando, por ejemplo, se corta la energía eléctrica en sus hogares y el tiempo apremia para entregar un trabajo.

A pesar de la existencia de contratos formales, la flexibilidad de este formato permite, por ejemplo, adaptar lo acordado si, por ejemplo, surge un viaje en forma repentina. 

De ese modo, las horas mensuales ya pagadas, que es la contratación más frecuente y que parte desde los 1.200 pesos por media jornada a los 6.050 en puesto full time (según los datos de este relevamiento), se recuperan el mes siguiente sin otra dificultad que encontrar un espacio vacío en las salas de espacio, aunque no sea el propio.

La mayoría de los espacios están inscriptos en Afip como locadores de servicios y habilitados por la Municipalidad como oficinas, ya que el coworking no existe como actividad regulada. También hay muchos casos de emprendedores de diferentes rubros que se juntan y alquilan una casa grande en la que cada habitación funciona como una oficina.
Aunque cualquier división tajante resulta imprecisa, se puede hablar de diferentes perfiles, tanto en lugares como en usuarios.

Con énfasis tecnológico. Es el perfil que suelen tener los espacios en incubadoras y en aceleradoras, como Incutex (que funciona como ambas) o Alaya, quienes ven en el coworking un lugar fundamental de trabajo. 

Incutex es pionera en ofrecer ambientes que fomenten la vinculación y la inmersión. The Tech Pub, ubicado en el mismo edificio que el coworking, es un claro ejemplo de esas intenciones.

Rapiboy y Quiena son emprendimientos en proceso de rápido crecimiento que tienen base de operaciones en Incutex. Alaya, en cambio, está incursionando desde hace poco en el formato, que surgió de compartir un espacio y administrar gastos en conjunto, por lo que decidieron montar un lugar para perfiles afines, es decir, de base tecnológica.

Con foco en el triple impacto. Espacio Abasto acaba de cumplir un año y es la casa de Drimcom, una incubadora especializada en el desarrollo de emprendimientos de triple impacto y cocreadora del espacio. Aunque el lugar es abierto a todo público, los perfiles que más atrae son afines a esta impronta.

Allí funciona, por ejemplo, el espacio de vinculación de Tres Construcciones (3C), que ofrece soluciones habitacionales con desarrollo social, económico y de medioambiente a través de un sistema constructivo que utiliza módulos de plástico recuperado.

Con impronta artística y creativa. El Piso, uno de los primeros espacios de Alta Córdoba, invita a freelancers de la rama creativa (diseñadores y fotógrafos, por caso). Y Obra, mucho más joven y dando sus primeros pasos, abre sus oficinas a artistas plásticos y a emprendedores del rubro. 

El lugar ofrece las habitaciones de la casa que ocupa en barrio General Paz a docentes de distintas propuestas del formato taller.

De perfil ejecutivo y profesional. Hay otros lugares que captan a profesionales, a emprendedores y a pequeñas empresas. Co-innova es uno de ellos, en espacios diferenciados (cada uno de los tres pisos tiene sus improntas y los coworkers son invitados a probar las tres modalidades hasta decidirse por la adecuada).

Así confluyen desarrolladores independientes y nuevas empresas digitales como PedidosYa y Satellogic, que ocupan las dos mayores oficinas del espacio.

Flug es otro ejemplo de estas combinaciones: los espacios abiertos, que reúnen la mayoría de los puestos disponibles, son ocupados por contadores, por abogados y por profesionales independientes, mientras que su sala de reuniones es el espacio que Glovo (una startup de delivery) usa por excelencia para capacitaciones y entrevistas.

Para empresas. El coworking de Ciudad Empresaria tiene, como valor agregado, estar, literalmente, sentado al lado de los líderes de mercado en diversos rubros. Además de las Pyme y de instituciones que tienen base allí, en el predio funcionan unas 45 empresas, en su mayoría tecnológicas, entre las que figuran McAfee, HP y Mercado Libre.

La Maquinita también entra en esta categoría. Es una red que nació en Buenos Aires hace cinco años y que llegó a Córdoba no hace mucho (a principios de 2017 tomó cuatro pisos y medio frente al Buen Pastor), mientras sigue expandiéndose por el interior. 

Tiene entre sus clientes, con oficinas enteras, a Aivo y a Infoxel Media Labs (ambos nacidos en Córdoba y con presencia en varias provincias).

Además, por sus características edilicias, grandes empresas como Grido, Holcim y Naranja usan su salón de usos múltiples para talleres y capacitaciones fuera de sus oficinas propias.



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