Frente al planteo de organismos ambientalistas y a las normativas que regulan este tema, los laboratorios químicos han dedicado capital y personal a la investigación para encontrar productos químicos sustitutos, que tengan menor impacto ambiental.

Es por esto que, las empresas del sector han sido testigos de los grandes avances que cada día hacen las diferentes casas productoras y comercializadoras de productos químicos, las cuales elaboran los insumos para el procesamiento de las pieles.

El cuero (del latín corium, “piel de los animales, curtida”) es la piel animal tratada mediante curtido, es decir preparada químicamente para obtener un material robusto, flexible y resistente a la putrefacción. Proviene de una capa de tejido que recubre a los animales y que tiene propiedades de resistencia y flexibilidad bastante apropiadas para su posterior manipulación.

Casi toda la producción mundial de cuero resulta de pieles de ganado vacuno, caprino y lanar. Asimismo se usan, en menor medida, pieles de caballo, cerdo, canguro, ciervo, foca, morsa y diversos reptiles. Los factores que determinan la notoriedad de este material son su enlace fibroso tridimensional y su vinculada flexibilidad, como también la química natural de la estructura de la piel basada en el colágeno.

Estos factores son el origen de atributos físicos importantes para la vestimenta como la permeabilidad al vapor de agua y la aptitud de acumular un 30% de vapor sin perder el tacto seco, así como las propiedades de estiramiento por fuerza independiente de la temperatura, la cual permite dirigir la resistencia con la suavidad y la elasticidad sin problemas de deformación.

SU USO COMO MATERIA PRIMA

Los cueros y pieles varían en su constitución según sean los hábitos de vida del animal, la estación del año, la especie, la edad, el sexo y la crianza que hayan recibido. La constitución de la piel, en cualquier estado de conservación en que se encuentre, pero sin alteraciones, es de gran importancia en el resultado final del cuero luego del curtido.

Un buen cuero procede de pieles de espesor uniforme, sanas y de buena resistencia, una piel delgada, de conformación débil y quebradiza da un producto que una vez industrializado, posee cualidades que lo limitan a usos inferiores. Las pieles que más importan por su magnitud de faena son las vacunas, tanto en crudo como conservadas.

Los cueros tanto de vacas como de vaquillonas, están conformados por un tejido fibroso y elástico y una vez industrializados, dan un corte y grano finos, de buenas cualidades como para destinarlos a confecciones finas. En cambio, los cueros de novillos, novillitos y torunos jóvenes son de más espesor que el de las hembras y el tejido constitutivo es menos elástico, con un corte y grano menos fino pero también de buena calidad.

Los vacunos jóvenes, en general, siempre dan cueros superiores que los animales más viejos. Los bovinos cuya explotación es a campo, siempre tienen mejores pieles que aquellos criados en establo. Por su parte, los caprinos son las que surten a la industria de pieles muy finas y por esta cualidad, una vez curtidas, se destinan a la confección de calzado de alto precio, guantes, encuadernaciones de la mejor calidad, etcétera.

De los animales más jóvenes se obtienen los cueros más finos y de mayor valor. Los equinos por su espesor y resistencia resultan, una vez industrializados, de menor calidad que las pieles vacunas, no obstante, desempeñan un papel importante en la industria curtidora pese a que sus volúmenes nunca llegar a ser interesantes.

Los cueros de equinos se pueden dividir en dos partes: la sección delantera tiene una piel relativamente liviana, de mejor calidad y. la parte superior de los cuartos traseros con la piel mucho más gruesa y menor aptitud. En tanto, las pieles ovinas de más calidad son brindadas por aquellas razas cuya lana es de escaso valor.

Los animales jóvenes son los que surten a la industria de las mejores pieles, de los animales viejos solo se consiguen cueros de regular calidad. El cometido de estas pieles, cuyo volumen de faena las hace muy interesantes, es habitualmente la fabricación de guantes, zapatos, bolsos, etcétera. El cuero de cerdo, a su vez, posee la peculiaridad que es poroso, pero fuerte y suave.

Una vez industrializado adquiere buena resistencia y es muy duradero. Otras materias primas para la industria del cuero son las pieles de nutria, chinchilla, reptiles, peces (tiburón por ejemplo), ciervos, gamos, renos y similares; aunque tienen serios condicionantes y controles debido a la caza y al comercio ilegal de estas especies, algunas en serios peligro de extinción por esta actividad.

PROCESAMIENTO DE PIELES

La conciencia ecológica y, en oportunidades, las leyes cada vez mas estrictas, han empujado a los laboratorios químicos a erigir onerosos centros de investigación consagrados especialmente a encontrar productos químicos sustitutos, que tengan menor impacto ambiental.

Gracias a que hay una amplia competencia y gama de empresas multinacionales que producen insumos químicos destinados a diferentes sectores industriales como los textiles, los plásticos, la madera, la construcción, la farmacia, entre otros, al igual que para la empresa del cuero, se ha facilitado una mayor oferta de productos e insumos en el mercado, lo que favorece y ha logrado la reducción de los costos en el proceso del procesamiento de las pieles.

Esa dura lucha por el posicionamiento en el mercado también ha hecho que el desarrollo de químicos de menor impacto ambiental se haya acelerado en los últimos veinte años