El  Gobierno salió a responder con dureza al titular de la UIA, Héctor Méndez, que este viernes cuestionó el nivel de inflación y aseguró que las paritarias “en un país normal dejarían de tener casi sentido”.

El líder industria había afirmado más temprano que "hoy un número (para las discusiones paritarias) puede arrancar entre 15 y 20 por ciento como máximo" y, aunque reconoció que lo "van a sacar corriendo", advirtió: "Nosotros también los vamos a sacar corriendo a los que vengan con un planteo de aumento de 43 por ciento".

En respuesta, el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, lo criticó por promover políticas de ajuste y defendió las negociaciones colectivas.

"No vayamos a políticas que bajo la consigna de terminar con la inflación lo único quetermine sea la inflación y todo lo que crezca sea la pobreza, la desocupación y el desempleo", advirtió en declaraciones a la señal América 24.

El titular de la cartera laboral sostuvo que "las negociaciones colectivas lo que hacen es darle previsibilidad al funcionamiento de la economía ya que son la única forma en democracia de regular los salarios, si no explíquenme cual es la otra forma".

Tomada dejó en claro que "discutir paritarias no es discutir un porcentaje. Es mucho más que eso. Creo que esto lo tienen muy claro los trabajadores y también los empleadores, sobre todo los buenos empleadores", indicó.

El funcionario advirtió que "la experiencia de la argentina es muy clara, o hay paritarias o hay aumentos por decretos dispuestos discrecionalmente por el Poder Ejecutivo".

"Afortunadamente a mí me ha tocado ser ministro de Trabajo durante 12 años, primero con Néstor y ahora con Cristina, y durante esos años los salarios se fijaron por este instrumento tan fantástico y valorado", concluyó.

En tanto, el precandidato del oficialismo para suceder a Cristina Kirchner, Florencio Randazzo, calificó de "insólitas" las declaraciones de Méndez, las que interpretó como un llamado a suspender el mecanismo de discusión salarial.

"Hablar de eliminar las paritarias es un claro gesto en contra de los trabajadores, quienes a partir de las políticas implementadas por este Gobierno han podido mejorar sus condiciones laborales y sociales", dijo en declaraciones a Télam.

Para el ministro de Interior y Transporte, "quien tiene un buen salario cuenta con mayores posibilidades de consumir, por lo tanto plantear congelar ingresos atentaría primero contra la dignidad de los trabajadores, pero también contra la propia industria nacional y el mercado interno".

"Quienes defendemos este proyecto político no estamos dispuestos a renunciar a las conquistas que han logrado los trabajadores en estos últimos años, tales como el salario mínimo vital y móvil y las paritarias", advirtió.

Según el ministro, "algunos empresarios, a los que no les fue nada mal en estos últimos 11 años, deberían ser un poco más solidarios y contribuir a seguir avanzando en una distribución del ingreso más equitativa".

"Los argentinos tenemos que estar muy atentos en este año electoral frente a este tipo de deseos, porque son una prueba concreta y contundente de que el poder económico intentará volver para atrás a través de sus candidatos presidenciales", advirtió.

En ese sentido, el ministro pidió que "tanto los empresarios como también los dirigentes sindicales sean razonables", y al momento de llevar adelante las negociaciones paritarias "no maten a la gallina de los huevos de oro".

No obstante, aseguró que "el Estado estará presente como articulador para evitar abusosde cualquiera de las dos partes".

El diputado kirchnerista Héctor Recalde no se quedó atrás y calificó las opiniones de Méndez como las "de un político opositor", al señalar que esa "no es la mejor manera de instalar el diálogo" por las paritarias.

En declaraciones reproducidas por Télam, Recalde dijo que "no es la primera vez que Méndez" realiza ese tipo de declaraciones y recordó cuando, en plena discusión de una ley, el titular de la UIA lo envió "a vivir a Cuba o a Venezuela".

"Busca también posicionarse de manera rígida para defender la rentabilidad de las empresas", añadió el legislador, quién recordó que durante el período kirchnerista las negociaciones paritarias "siempre se concluyeron con muy escasa conflictividad".

Méndez dijo, además, que "hay países donde se paga igual o más impuestos pero el pueblo recibe realmente cosas; pero acá la gente la pasa mal", declaración que Recalde rechazó destacando el nivel de vida y el éxito de las políticas impulsadas por el gobierno.

Por último, Recalde señalo que si bien "puede haber alguna empresa, la pequeña y mediana empresa autopartista que pueda tener alguna dificultad por la situación de Brasil, ese no es el caso de las que operan en la Bolsa, que han tenido y tienen tasas de rentabilidad muy aceptables".

Críticas de la UIA
En medio de crecientes reclamos salariales, Méndez salió a criticar por la mañana a los sindicatos que piden subas del orden del 40%. "De ninguna manera", sostuvo tajantemente.

En este marco, el dirigente industrial afirmó que "en un país normal no hubiésemos tenido inflación" por lo cual "la discusión paritaria dejaría casi de tener sentido".

"Lo que es una política de Estado que fracasa nos complica a nosotros los empresarios y a los trabajadores en esa discusión (paritaria) que no debería existir si tuviéramos valores razonables", agregó.

Si bien el representante de los industriales explicó que "la UIA no es paritaria ya que los paritarios son las cámaras cada una entre ellas", consideró que "uno debería tener la valentía y tener el compromiso de decir algunas cosas aunque tengan un costo".

En este sentido, Méndez advirtió a los gremios que en primer lugar "no vamos a aceptar atraso (salarial) porque no lo hay" y señaló que "va a ver la recomposición que hubo en cada tiempo y ha sido exactamente la que se ha manejado".

El titular de la UIA precisó que para la futura discusión salarial desde el sector "arrancaremos con un 15 o 20% máximo" y anticipó que "si vienen con el 43 los sacaremos corriendo."

Para Méndez, "la inflación futura como es futura tiene un grado de desconocimiento que no podemos aseverar". En este sentido, consideró que "si uno me dice que es 43% es un disparate y si yo digo que es un 10% también sería un disparate".

Finalmente, el industrial manifestó que en la actualidad "estamos sujetos a una presión impositiva monumental e históricamente desconocida donde estamos a niveles de países de alto desarrollo con una contrapartida de servicios de bajo desarrollo"

Y, en este sentido, ejemplificó: "El último hospital público que se inauguró en la Ciudad de Buenos Aires fue hace 50 años."