Joe Biden dio ayer el primer paso para endurecer la posición de los Estados Unidos a niveles de un virtual comienzo de la guerra frente a la crisis entre Rusia y Ucrania. En un mensaje que se demoró con relación a la hora programada, quizás porque Washington monitoreó hasta último minuto la situación para anunciar medidas, Biden declaró “este es el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania” y por lo tanto activó la imposición de sanciones económicas.

Washington ya venía estudiando comenzar las medidas de acción contra Rusia en el plano financiero. Ayer el presidente de EE.UU. decisión imponer restricciones a las principales entidades financieras rusas y avisó que es solo el comienzo. Mas temprano el canciller alemán, Olaf Scholtz, había lanzado la primera represalia contra Moscú al suspender la certificación de obra de la construcción del estratégico gasoducto Nord Strean 2 que une Rusia con Alemania por el Mar Báltico.

El presidente estadounidense fue mas allá de las sanciones y anunció también: "En respuesta a la admisión de Rusia de que no retirará sus fuerzas de Bielorrusia, autoricé movimientos adicionales de fuerzas y equipos estadounidenses, ya estacionados en Europa para fortalecer a nuestros aliados bálticos: Estonia, Letonia y Lituania", dijo. Esos tres países si pertenecen a la OTAN ya que firmaron el tratado en Washington en una de las últimas ampliaciones del grupo, algo que Ucrania había comenzado a analizar.

Las medidas que anunció Washington incluyen una "primera tanda" de sanciones que cortarán a Rusia de la financiación de Occidente y golpearán a las "élites rusas": “Estamos implementando sanciones sobre la deuda soberana de Rusia. Esto significa que cortamos al Gobierno ruso de la financiación occidental", dijo.

En la amenaza que lanzó Biden también incluyó un mensaje también hacia los Estados Unidos: "Defender la libertad también tendrá costos para nosotros y aquí en casa. Necesitamos ser honestos al respecto". Eso implica la decisión de involucrar refuerzos de tropas norteamericanas o enfrentar inclusive riesgos de seguridad.

"No cabe duda alguna de que Rusia es el agresor, por lo que somos conscientes de los desafíos que enfrentamos", dijo Biden en el discurso desde la Casa Blanca. "Sin embargo, todavía se está a tiempo de evitar el peor de los escenarios que causará un enorme sufrimiento a millones de personas”. El propio presidente había lanzado hace 48 horas un último llamado a Vladimir Putin para una cumbre que intentara frenar la crisis, pero la respuesta de Moscú fue simplemente negar que acciones bélicas estuvieran en marcha, algo que la realidad siguió desdibujando con el correr de las horas.

"Si Rusia va más allá con esta invasión, iremos más allá con las sanciones", reforzó ayer Biden en un anuncio que no tuvo luego conferencia de prensa y por lo tanto no aceptó preguntas de periodistas.

"¿Quién, en el nombre del Señor, cree Putin que le da el derecho de declarar nuevos supuestos países en territorios que pertenecen a sus vecinos?", siguió Biden: "Esta es una violación flagrante del derecho internacional y exige una respuesta firme de la comunidad internacional".

"No tenemos intención de luchar contra Rusia. Sin embargo, queremos enviar un mensaje inequívoco: que Estados Unidos, junto con nuestros aliados, defenderá cada centímetro del territorio de la OTAN", agregó.

"Creemos que Rusia intentará ir más allá y avanzar con un ataque masivo contra Ucrania", explicó y repitió que Moscú tiene más de 150.000 soldados en la frontera con Ucrania, pese a que el Kremlin sostiene que replegó sus fuerzas.