El Papa advierte sobre timadores durante el Año Santo y dice que la salvación es gratis. El Papa Francisco advirtió el miércoles a los católicos sobre los timadores que pretendan hacerles pagar para cruzar las "Puertas Santas" de las catedrales de todo el mundo, un ritual del Jubileo que celebra este año la Iglesia.

"Tengan cuidado. Desconfíen de cualquiera que quiera ser un poco rápido y listo y les diga que tienen que pagar. ¡No! No se paga por la salvación. Es gratis", dijo en declaraciones no preparadas ante decenas de miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro para su audiencia semanal.

Durante el año de celebraciones que comenzó la semana pasada -uno de los eventos más importantes de esta religión con 1.200 millones de seguidores-, los fieles peregrinarán a Roma y otros lugares sagrados en todo el mundo, en su mayoría catedrales locales.

Al cruzar por la "Puerta Santa" de un templo, que permanece cerrada a excepción del Año Santo, los católicos pasan simbólicamente del pecado al perdón.

Los Años Santos suelen ocurrir cada 25 años, estando previsto inicialmente el próximo para 2025. No obstante, el Pontífice, que quiere una Iglesia más inclusiva y menos moralista, convocó uno extraordinario centrado en la misericordia, la compasión y el perdón.

Para subrayar que la Iglesia debe mostrar una preocupación adicional por los pobres este año, Francisco llevó la tradición más allá de los templos de oración y abrirá el viernes una "Puerta Santa" simbólica en un refugio de personas sin hogar en Roma.

El papa Francisco recordó hoy que el Año Santo de la Misericordia comenzó “en toda la Iglesia y se celebra en cada diócesis, como un signo visible del amor misericordioso del Padre y de la comunión universal” y destacó que “la Iglesia, que es “una”, vive la comunión con Dios mismo”. 

En su catequesis durante la audiencia general de los miércoles, el pontífice argentino afirmó que “este misterio de comunión hace crecer y madurar en nuestro corazón el amor de Dios, que se manifiesta en la misericordia y el perdón. Amar y perdonar son el signo concreto y visible de que la fe ha cambiado nuestros corazones. Este gran signo de la vida cristiana se transforma después en muchos otros signos que son característicos del Jubileo, como el atravesar la Puerta Santa”. 

“La Puerta simboliza al mismo Jesús. Cuando pasamos por ella manifestamos nuestra confianza en Él y el deseo de una verdadera conversión. Jesús nos anima a salir al encuentro de los demás para llevarles su amor. La confesión es también un signo importante del Jubileo”, señaló. 

“Acercarse al sacramento de la Reconciliación es recibir directamente la misericordia divina y, si nos abrimos a ella, también nosotros seremos capaces de perdonar a los demás”, agregó.