ECONOMIA Y POLITICA
23 de diciembre de 2015
La CGT suspende la reunión con el Gobierno por interna gremial
El jefe de Gabinete tenía previsto recibir hoy en la Rosada a distintos sectores sindicales del peronismo. Pero a último momento hubo discrepancias. Moyano pide que lo atienda Macri.
La reunión que iban a mantener hoy cuatro ministros del macrismo y las tres CGT se postergó. Formalmente, por el agravamiento del conflicto en Cresta Roja, que mantiene capturada la atención del Gobierno. Pero, en realidad, el encuentro se frustró porque era motorizado por algunos dirigentes sindicales en combinación con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y ayer, a última hora, se produjo una virtual rebelión de gremialistas, como Hugo Moyano y los dirigentes del transporte, que advirtieron que no irían a la Casa Rosada porque preferían esperar a que Mauricio Macri los recibiera.
Así, la dura interna sindical volvió a interferir en la relación con el Gobierno: anoche, de un lado quedaron los que habían hablado con Triaca sobre la reunión con los ministros (José Luis Lingeri, Luis Barrionuevo, Oscar Mangone y Omar Plaini, entre otros) y del otro quedaron los que miraban esa gestión con recelo, como Moyano y los transportistas, porque incluso se preveía invitar a Casa de Gobierno a Antonio Caló, uno de los pocos que no se sumó a las negociaciones por la reunificación de la CGT, pero con el cual el macrismo quiere construir una relación por la importancia de su gremio, la UOM.
Anoche no había precisiones sobre el futuro de la reunión con los ministros ni mucho menos del contacto sindical con el Presidente.
Macri ha resuelto mantener equidistancia de los distintos sectores sindicales y no privilegiar a ninguno, ni siquiera a alguien como el líder camionero, que hasta el balotaje parecía su gran socio gremial.
Así, el Presidente no le dio a Moyano ningún cargo en el gabinete para su gente, pero le concedió la primera foto juntos tras haber ganado las elecciones. El camionero tampoco pudo evitar, pese a sus deseos, impedir las designaciones de Triaca en Trabajo y de Guillermo Dietrich en Transporte. Moyano respalda al Gobierno, pero algunas de sus declaraciones confirman que no quedó contento con el trato de Macri hacia él ni con la forma en que se repartió el poder.
Otros sindicalistas quedaron conformes. Gerónimo “Momo” Venegas, socio electoral en Cambiemos, recuperará esa gran caja que es el Renatre y logró que su asesor Juan Carlos Paulucci fuera nombrado secretario de Seguridad Social de la Nación. Lingeri, el líder de Obras Sanitarias que milita entre los independientes de la CGT Balcarce, consiguió que el prestigioso médico Luis Scervino quedara al frente de la decisiva Superintendencia de Servicios de Salud (ver aparte).
Moyano impulsaba para esta semana un encuentro de las tres CGT con Macri para analizar cómo se podía compensar a los trabajadores por la devaluación, pero, curiosamente, formalizará recién hoy el pedido de audiencia mediante una carta presentada en la mesa de entradas de la Casa de Gobierno. ¿No tiene una llegada más directa?
Un alto dirigente del PRO le prometió incluso que mediaría ante el Presidente para conseguirle la entrevista, lo cual revela que hoy la distancia entre Macri y Moyano es mayor de lo que muchos imaginan. Hasta tal punto, que el jefe del Estado le habría preguntado anteayer a un dirigente macrista que suele dialogar con el camionero: “¿Qué le pasa a Moyano, que está haciendo declaraciones tan raras?”.
En ese contexto, lo que está sucediendo es una fuerte puja sindical para determinar quién tiene más influencia en el nuevo gobierno. Los “Gordos”, entre otros, no quieren que ese papel lo desempeñe Moyano, como sucedió en el gobierno de Néstor Kirchner. El camionero y sus aliados, entretanto, presionan sutilmente para que Macri los reconozca como sus principales interlocutores sindicales.
A unos y a otros, el Presidente los necesitará para sentarlos en la misma mesa del acuerdo sobre precios y salarios, que sería convocada para mediados de enero. Pero, en medio de este clima de intrigas, codazos y peleas, todo hace presumir que la concertación podría convertirse en un escenario perfecto para que los sindicalistas acentúen sus diferencias personales y sobreactúen para la platea.
Hoy, de todas formas, habrá un encuentro entre sindicalistas y un alto funcionario, ya que los independientes de la CGT Balcarce (José Luis Lingeri, Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez) y los “Gordos” (Carlos West Ocampo, Héctor Daer y Armando Cavalieri) almorzarán con un viejo conocido como Alberto Abad, el titular de la AFIP. Allí le plantearán propuestas para evitar la fuerte carga tributaria sobre los salarios, lo mismo que hablaban con el kirchnerista Ricardo Echegaray.
Fuente: Ricardo Carpena
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