8 de febrero de 2016
La crisis también la sufre el Carnaval
Poco dinero para gastar en la fiesta del carnaval.
Según los comerciantes del rubro, los consumidores prefieren gastar el dinero en lo indispensable antes que en artículos para los festejos.
Lo que más se vende es la espuma en aerosol. Esperan que repunte el fin de semana, durante la extensión del festejo. Se habla de un aumento de hasta 20% en los productos.
Ya no se ve tanto humo de asados en el horizonte, los supermercados se llenan de compradores que miran con más atención los precios, la gente prefiere ir a las ferias y comprar verdura al por mayor. En este contexto, poco dinero queda para gastar en la fiesta de carnaval y el consumo se hace selectivo.
Según los consultados para este artículo, las ventas de artículos relacionados con los festejos de carnaval vienen en baja si se lo compara con temporadas anteriores. Ellos reconocen que es una tendencia que inició en 2014 y que se mantiene a la actualidad.
Cabe añadir que las clases comienzan el último día de febrero y que muchos padres están pensando en los útiles que deben comprarles a sus hijos antes que en la fiesta de carnaval. Si es cuestión de elección, se deciden por lo que es prioridad.
Tal como explicaron, los precios de los productos no se han modificado considerablemente. Los propietario juguetería dijeron que ha habido un incremento de 10% en los artículos.
En tanto que desde otros kioscos se animaron a decir que en general los precios se han mantenido pero que en algunos elementos hubo un aumento de 20%.
"Hay poco movimiento. Ha empezado a notarse el interés de las personas por carnaval, sobre todo por lo que es cotillón carioca, la espuma y las serpentinas. También por los disfraces relacionados con las murgas", dijeron que la venta es mìnima.
La tendencia
Todos los entrevistados coincidieron en que lo más llevado para esta fecha es la espuma o nieve artificial, que viene en envases de aerosol. En general, la tendencia es adquirir el pack de 12 productos cuyo valor oscila de los 180 pesos hasta los 230, dependiendo de la calidad.
Sobre calle San Juan, los representantes de los cotillones coincidieron en que las compras en este rubro suelen decidirse a último momento en nuestra provincia.
"Viene muy tranquilo. De 2014 en adelante el panorama ha sido similar. Y este año viene bastante pobre. La gente me pregunta mucho por la espuma o por las caretas. De la espuma, recomienda que la gente preste atención a la marca, ya que hay algunas que tienen un costo inferior a 200 pesos, pero que mancha la ropa o hace arder los ojos", señaló el propietario del negocio.
En tanto, desde Trijaz comentaron: "No hay mucho movimiento. En general se consulta por el aerosol. Pero no están saliendo mucho las bombitas y cosas relacionadas con el agua. Por ahí hay una compra grande para una fiesta de un boliche. Pero nada que tenga que ver directamente con el carnaval".
Desde El Tupinamba (España 1220, Ciudad) explicaron que la espuma es quien lidera el volumen de consultas. "Todavía están muy tranquilas las ventas. Se consulta por espuma y por caretas. La gente se está llevando poco, aunque se vende para las fiestas, eso si", advirtieron señalando que el valor del pack de espuma artificial tiene un costo de 225 pesos.
La opción del disfraz
Por otra parte, desde De tot informaron que el valor de las caretas comienza en los 15 pesos y asciende hasta los 50 pesos. Las primeras, que son las más comunes, son aquellas que se sujetan con un elástico mientras que las más caras son aquellas que vienen con tela. "También consultan por vinchas y corbatas, pero eso es más que nada para las fiestas".
Héctor Rossi, de la juguetería Marilú, ubicada sobre calle Rioja, añadió que desde su perspectiva, los festejos de carnaval tomarán fuerza a partir de la semana que viene. "Tengo varias empresas que me han pedido cotillón para el 20. Por eso, creo que va a ser el fin de semana que viene donde voy a tener más ventas. Sucede también que hay mucha gente de vacaciones", aseguró.
Rossi, explicó que los disfraces siempre están en el abanico de consultas que se hace para estas fechas. Así dijo que el alquiler de la indumentaria para los niños los precios van de los 150 a los 180 pesos en tanto que los disfraces para adultos parten de los 180 pesos y llegan a 240.
"Se lleva mucho lo que es disfraces para la familia completa. Un ejemplo claro es el de la familia Adams, con Homero, Morticia y los dos chicos. También salen los trajes de pareja, como Pedro y Vilma de Los Picapiedras, o del Papa y una Monja", describió.
Por último, el comerciante agregó que a la hora de decidirse por un traje, en general los hombres prefieren disfraces cómodos, como Quico, del Chavo del Ocho, de Faraón, de Manosanta o Bin Laden, en tanto que las mujeres van más por el lado de los trajes más detallados y que las estilizan como bailarina de Charleston, Gatúbela, princesa o reina.
Sambódromo de Río, con aroma a repelente
Ni el mosquito que contagia el zika tiene la fuerza suficiente para aguar la mayor fiesta al aire libre del mundo, el Carnaval de Río y sus apoteósicos desfiles que comenzaron ayer en el sambódromo.
El Carnaval sigue campante su curso ignorando las advertencias de que quizás el virus zika, contagiado por el mosquito Aedes aegypti, pueda ser también transmitido de persona a persona por vía sexual, saliva u orina, aunque nada ha sido confirmado hasta ahora.
"¿Zika? No uso repelente, sólo cachaza. ¡La cachaza lo mata todo!", dijo entre risas Jorge, que desfila como mascarita.
Después de la ceremonia de apertura dedicada a los Juegos Olímpicos de agosto, con un modelo gigante de la antorcha, la escuela Estacio de Sá arrancó su desfile dedicado al guerrero San Jorge, patrón no oficial de Río y protector de policías, bandidos y de todos quienes trabajan de noche.
"¡La mejor fiesta del mundo es para relajarse y no para estar con preocupaciones! Me puse repelente y listo. Ahora a sambar toda la noche", dijo Daniela Trevisan (40) en la tribuna del sambódromo, fumigado hace 10 días.
Aunque la mayoría de los cinco millones de fiesteros -incluido un millón de turistas- que asaltan desde hace dos semanas las calles de Río a ritmo de samba, cerveza y muchos besos en el carnaval callejero no parecen estar preocupados en lo más mínimo por el zika que acapara las portadas de la prensa internacional.
El carnaval llegó este año en medio del brote de este virus que en 80% de los casos no provoca síntomas y que en general es más leve que el dengue, pero que científicos relacionan con una explosión de casos de microcefalia en bebés nacidos de madres que tuvieron zika en el embarazo.
"Me puse repelente hasta en el maquillaje pero ¡estoy lista para la fiesta!", lanzó Ketleen Oliveira Silva, de 25 años y embarazada de ocho meses, fuera del período crítico para que el virus afecte el bebé. Las ventas de sprays y cremas antimosquitos subieron ocho veces en relación al año pasado, según Paulo Guerra, portavoz de los laboratorios Osler, que fabrican un tipo de repelente.
Los desfiles coinciden igualmente con el complicado panorama económico que atraviesa Brasil, con recesión, alta inflación y desempleo, que obligó a las escuelas de samba a apretarse mucho el cinturón y apostar por espectáculos más baratos y simples.
La crisis fue tan dura que 48 ciudades de este inmenso país decidieron suspender sus carnavales, algunos para dedicar esos recursos al combate del mosquito. Aquellos magnánimos desfiles de carros alegóricos gigantes e iluminados y trajes cargados de lentejuelas y plumas naturales que caracterizan el carnaval de Río de Janeiro este año serán un recuerdo.
Los patrocinios cayeron en picada y el alza del dólar complicó la importación de materiales, con lo cual la única alternativa es lo local y lo sintético. Cada desfile de una escuela cuesta entre 6,5 y 8 millones de reales (USD 1,62 a 2 millones), financiados en parte por la ciudad de Río, empresas privadas y mecenas. Fuente:AFP
Cuarto caso de zika en el país
Una mujer de la provincia de Buenos Aires dio positivo en prueba del virus de zika, lo que la convirtió en el cuarto caso registrado oficialmente de la enfermedad en Argentina, informaron las autoridades sanitarias de la provincia.
La ministra de Salud de la provincia de Buenos Aires, Zulma Ortiz, informó que se trata de un caso de zika importado y no autóctono. En un comunicado enviado el sábado por la tarde, explicó que se trata de una mujer de 42 años que viajó a Brasil en enero.
A su regreso a la ciudad de Pergamino (220 kilómetros al norte de Buenos Aires) comenzó a sentir los síntomas de la enfermedad. La paciente se encuentra "aislada, asintomática y evoluciona favorablemente'', afirmó Ortiz.
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