Aunque parezcan marcadas contradicciones, no lo son: un presente muy complicado pero un futuro prometedor, una actualidad crítica pero con significativas expectativas de franca recuperación. No son contrasentidos. Se trata de la realidad que viven los arroceros correntinos y sus pares de las provincias productoras de este grano.
La pujante estancia San Celestino, en Curuzú Cuatiá, a la vera de la destruida Ruta Nacional 119, abrió sus tranqueras. Se trata del mismo establecimiento rural que el 19 de diciembre pasado eligió el presidente Mauricio Macri para lanzar la política agropecuaria para el Norte del país. Este fue el lugar escogido para la Apertura Oficial de la 104ª Cosecha de Arroz en Corrientes. Y hasta allí llegaron los integrantes de los diferentes eslabones de esta cadena, tanto de Argentina como de las naciones vecinas. Se trata de una tradicional jornada en la que se concretan conferencias productivas y comerciales y sirve para analizar la situación del sector.
Corrientes es la principal provincia de producción de arroz en Argentina. Lo cosechado en suelo del Taragüí representa el 42% de lo obtenido en el país. Del total logrado, entre el 60% y el 70% se destina a la exportación y significa la mayor venta al extranjero de un producto agropecuario local.
Las diferencias con las aperturas de cosecha de años anteriores fueron palpables. Primero, por el humor de los productores. Segundo, por la presencia de funcionarios nacionales, algo nunca observado durante la gestión de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, administración abiertamente enfrentada con los diferentes sectores agropecuarios argentinos.
El cierre de la campaña 2014/15 encontró a los arroceros en similar crítica situación que al resto de las economías regionales de exportación. Ello impactó en una reducción del 13% de la superficie de siembra de este grano en Corrientes en la actual campaña, situación que se repitió en el resto de las provincias productoras.
“Si uno mira el número crudo de la caída en la superficie de siembra no parece que fuera tan relevante. Pero cuando uno analiza quiénes son los afectados por esa reducción, se observa lo grave: son los pequeños productores… desaparecen”, comentó Cristian Jetter, referente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (ACPA).

Durante su exposición sobre la situación de la cadena arrocera, Jetter comentó que cuando un productor deja la actividad, nadie lo reemplaza. Y que es muy difícil que regrese. “Hasta no hace muchos años éramos 300 productores (en Corrientes). Antes de esta crisis, unos 100. Hoy sólo somos 70”, apuntó.
El Ministro de Producción de Corrientes, Jorge Vara, también arrocero y ex titular de ACPA señaló que la situación actual “es muy difícil. Creo que tocamos fondo, que hemos llegado a lo peor”. Sin embargo, el funcionario instantes después graficó la esperanza de un futuro no muy lejano: “Siempre que llovió, paro. Y siempre que hubo sequía, llovió”.

Futuro promisorio
El primer dato que motiva la esperanza de los productores es el cambio de Gobierno nacional. Y las medidas que ya adoptó: la quita de las retenciones a las economías regionales (el arroz es uno de ellas) y la liberación del precio del dólar. De todas maneras, el impacto en este grano no fue el mismo que con otros productos de exportación, principalmente por su valor en el mercado mundial.
Al exponer sobre los “mercados y perspectivas comerciales”, el director del IRGA brasileño, Thiago Barata, dijo que habrá un importante repunte en los precios internacionales de arroz para el segundo semestre.
Uno de los problemas que atraviesan los productores argentinos es que aún no pudieron vender unas 450 mil toneladas de la campaña 2014/15 (a lo que habría que sumar lo logrado en la cosecha actual). Pero para Barata si se toma a la región en su conjunto “no sobra tanto arroz”. Y entiende que el stock de nuestro país será el que va a faltar en Brasil, un tradicional socio comercial. “Se van a complementar”, añadió.
“El escenario es positivo… eso es algo que desde hace mucho tiempo no podíamos decir”, agregó luego el experto del vecino país.
El ministro Vara coincidió: “En lo que hace al mercado global, todos los pronósticos indican que llegamos a un piso. Y hay gran expectativa para el segundo semestre”. El funcionario correntino comentó que se reunió con especialistas del departamento de Agricultura de Estados Unidos, quienes pronosticaron una recuperación en los precios y una baja de los stocks mundiales. “Pero también habrá un mejoramiento sustantivo gracias a las medidas del Gobierno nacional que tiene perfecto conocimiento de la situación de las economías regionales de exportación”.

Un funcionario nacional, algo impensado tiempo atrás

LUIS URRIZA, EL DATO SOBRESALIENTE DE LA JORNADA.

Un dato que sobresalió en la Apertura Oficial de la 104ª Cosecha de Arroz en Corrientes fue la participación del subsecretario de Agricultura de la Nación, Luis Urriza. Es que en los años de la gestión de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, nunca un miembro de su Gabinete participó del tradicional encuentro de este sector productivo de la provincia.
“Estamos al tanto de la difícil realidad del arroz, entendemos que muchas de las medidas adoptadas tienen un impacto mayor en algunos productos que en otros. Pero al igual que ustedes, estamos confiados de que entendemos hacia dónde tenemos que ir y que aprendimos de los errores del pasado”, apuntó Urriza.
Para el funcionario del Gabinete de Mauricio Macri, el gran problema “es que estamos desacoplados de los mercados mundiales”. Luego dijo que es responsabilidad del Gobierno “encontrarles mejores oportunidades” y que captar los mercados “es una labor que debemos hacerla entre todos”.
Cristian Jetter, referente de ACPA, destacó que “el gran cambio del Gobierno nacional es estar en la misma sintonía con los productores. Encontramos a un Ministerio de Agricultura que habla nuestro mismo idioma, que nos recibe, abre la puerta y nos escucha. Con el Gobierno anterior nunca fuimos escuchados, nunca nos dieron soluciones. Esta vez fuimos dos veces y ya vemos cambios. Hoy nos sentimos parte de las soluciones y no de los problemas”.