No es un toma y daca”, dijeron todas las partes. Lo hizo Mauricio Macri en privado y lo repitieron el ministro del Interior Rogelio Frigerio y el gobernador de Entre Ríos Gustavo Bordet en público. Ninguno quiso reconocer que la discusión por el 15% de coparticipación tiene algo que ver con los votos que el Gobierno necesita en el Congreso para derogar las Ley Cerrojo y de Pago Soberano y habilitar el pago a los holdouts.

Hoy, a las 11.30, los gobernadores, que tienen particular injerencia en el Senado, volverán a la Casa Rosada para reunirse con Frigerio y escuchar una oferta que los convenza más que el decreto sancionado por el Presidente y que ordenaba saldar la deuda del Estado nacional en 5 años, a partir de 2016.

El titular de Interior expuso el martes en la reúnión de Gabinete la necesidad de mantener conformes a los mandatarios provinciales de cara a la inminente votación en el Parlamento. Ayer, Frigerio y su equipo, en un hermetismo absoluto, terminaban de delinear la oferta a los 24 gobernadores. El encuentro surgió tras el reclamo de los peronistas que, un día después del duro discurso de Macri en el Congreso, exigieron ser recibidos por el Presidente para discutir la coparticipación. El Gobierno, rápido de reflejos, buscó ordenar el reclamo dentro del Consejo para el Nuevo Federalismo, el organismo que Macri creó en el mismo decreto que los referentes provinciales rechazan. Así, ampliaron la convocatoria a los dirigentes de los demás signos políticos.

El gobernador salteño Juan Urtubey le hizo llegar una propuesta a Frigerio el fin de semana. Los gobernadores de Chaco, Entre Ríos y Misiones, entre otros, acompañan esa posición. Pretenden que la restitución del 15% se salde en menos tiempo que el estipulado en el decreto y -más importante- que el Ejecutivo empiece a devolver un porcentaje este año. También insisten en que el Gobierno emita una garantía para poder pedir créditos, que les permitan pagar sueldos y gastos corrientes, sin necesidad de pasar por las legislaturas locales. Pero hay un dato que hace ruido: Macri no quiere que las provincias se endeuden para gastos fijos.

“Las provinicas precisan liquidez, las obras van por otro camino”, se sinceraban. A las 9.45, antes de ir a la Rosada, Urtubey y los gobernadores que lo acompañan, mantendrán una reunión en la Casa de Salta .

En el Gobierno identifican al pampeano Carlos Verna -que acusó a Macri de unitario- al sanjuanino Sergio Uñac, al tucumano Juan Manzur y al formoseño Gildo Insfrán como los gobernadores más duros para negociar, porque sus provincias gozan de un relativo equilibrio fiscal.

Hasta ahora el Ejecutivo adujo que, con un déficit fiscal equivalente al 7%  del PBI, no tiene dinero para adelantar. Sergio Massa aportó una solución que dividió aguas en el Gobierno. El líder del FR, muy cercano al gobernador cordobés Juan Schiaretti y al chubutense Mario Das Neves, sugirió que la Nación condone deudas a las provincias. Reducir sus pasivos permitiría a las provincias adquirir más deuda y en mejores condiciones.

En algunos despachos oficialistas y opositores crece el malestar con Massa. Sostienen que su plan para elevar el piso de Ganancias lo terminarán pagando las provincias. El massismo apuesta también a que las provincias coparticipen a los municipios.

La posición de los gobernadores dista de ser homógenea. Alicia Kirchner ya advirtió que no está dispuesta a endeudarse.

Resta saber si Macri pasará a saludar o a tomarse una foto con los gobernadores en el Salón Norte, elegido para la reunión. Se sabrá entonces si es un buen o mal augurio que a ase espacio se lo conozca como el Salón de los acuerdos.  Más allá de la foto grupal de hoy, se hará caso por caso.

Fuente:Agencias Tèlam-DyN