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17 de marzo de 2016

Brasil: Lula asume como ministro en medio del escándalo

Lula da Silva juró como jefe de ministros de Dilma Rousseff en busca de impunidad, en el marco del escándalo de corrupción que sacude al Gobierno y al PT.

El ex presidente será el segundo hombre más poderoso del Gobierno, detrás de mandataria. La obtención de fueros contra las causas que enfrenta por corrupción ha activado una ola de repudio popular en Brasil.

Lula asume como ministro en medio de clima enrarecido

 

Luiz Inácio Lula da Silva ha vuelto al poder en Brasil. Si bien no será presidente, su cargo como jefe de la Casa Civil, equivalente a una jefatura de ministros, lo ha convertido en unas horas en el responsable de recuperar la gobernabilidad perdida por Dilma Rousseff, hoy en el piso de su popularidad.

"Quería saludar con mucha alegría a nuestro querido ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ministro jefe de la Casa Civil", dijo Rousseffl. Minutos antes, firmó junto a Lula el acta de asunción en el cargo, se abrazó con su mentor y elevó su brazo ante una multitud de funcionarios y legisladores reunidos en el Salón Noble del Palacio do Planalto en Brasilia.

Cuando la mandataria se aprestaba a hablar, un grito contra Lula surgido desde la tribuna enardeció a los funcionarios presentes, que iniciaron a viva voz cantos a favor del oficialismo. Luego, Dilma se tomó largos minutos para nombrar uno a uno a todos los presentes, dando las gracias a quienes trabajan en el Gobierno, pese a la crisis que atraviesa la administración del Partido de los Trabajadores (PT)..

Además de Lula, Rousseff ha nombrado a un nuevo ministro de Justicia, Eugenio Aragao. "Deberá volver más efectiva nuestra política de defensa del consumidor y la protección de las fronteras. Deberá enfrentar las drogas y garantizar la seguridad durante los Juegos Olímpicos", dijo la presidenta, sin hacer mención alguna al enfrentamiento que el Ejecutivo mantiene con los jueces que impulsan la causa contra Lula y una centena de legisladores oficialistas por corrupción en Petrobras.

"A lo largo de mi vida he aprendido a valorizar y a respetar a mis compañeros, personas muy especiales que han estado a mi lado en todo momento. He tenido el privilegio de tener a mi lado a Jaques Wagner", el funcionario que ha dejado su cargo para darle espacio a Lula en el gabinete.

"LULA, SU PRESENCIA AQUÍ PRUEBA QUE USTED TIENE LA GRANDEZA DE LOS ESTADISTA", DIJO ROUSSEFF

"Todo el mundo sabe que las dificultades da grandes oportunidades, Hoy tengo la magnífica chance de traer para este gobierno al mayor líder político de este país", dijo Dilma, al presentar a Lula.

"Es un gran compañero de luchas y de conquistas. Sea bienvenido, ministro Lula", gritó. "Yo cuento con la experiencia del ex presidente Lula, con sus cualidades, cuento con su incomparable capacidad de entender a nuestro pueblo, de querer lo mejor para ese pueblo y también de ser entendido. Su presencia aquí prueba que usted tiene la grandeza de los estadistas", agregó.

"Siempre estuvimos juntos, porque tenemos un proyecto para Brasil, un proyecto generoso para Brasil, a favor de las grandes mayorías excluidas", dijo Rousseff. "A partir de ahora, nuevamente trabajaremos lado a lado. Gobernamos pensando lo mejor para los brasileños", dijo.

"Brasil enfrenta hoy dificultades económicas y políticas. Debemos estar juntos por Brasil. Lo mismo los opositores que quieren un mejor país. Mi gobierno tendrá ahora mejores condiciones con Lula a mi lado", explicó Rousseff.

"LOS GOLPISTAS NO VAN HA COLOCAR A NUESTRO PUEBLO EN EL SUELO", ADVIRTIÓ ROUSSEFF

"Desde mi reelección en 2014, la oposición no tuvo otro objetivo que paralizar a mi gobierno", denunció la presidente. "Extendemos la mano a todos, para aquellos que respetan a Brasil". "Tenemos que superar la actuación de aquellos que no están del lado de la verdad, pero tienen fuerza política para provocar caos. Los golpistas no van ha colocar a nuestro pueblo en el suelo", disparó la mandataria, antes de recibir los aplausos del público.

La mandataria pidió luego que se respete la presunción de inocencia y el derecho a la defensa de las decenas de funcionarios y legisladores investigados por la red de corrupción que ha desviado unos 2.000 millones de dólares en sobornos pagados en Petrobras.

"La Justicia debe respetar las garantías constitucionales y el derecho de defensa de los ciudadanos", advirtió Rousseff. "No hay justicia cuando las acciones se vuelven públicas en forma selectiva y cuando sus ordenes se convierten en hechos espectaculares", dijo Rousseff, una referencia directa a las investigaciones impulsadas por el juez Sergio Moro contra Lula y otros funcionarios.

"El diálogo entre Lula y yo fue publicado con cambios y difundido para toda la prensa", dijo más adelante sobre la conversación que difundió el juez Moro minutos después de que se conociera la noticia de que Lula sería jefe de la Casa Civil. "Queremos saber quién lo autorizó", disparó Rousseff contra Moro.

"QUEREMOS SABER QUIÉN LO AUTORIZÓ", LA DIFUSIÓN DE LA CONVERSACIÓN PRIVADA CON LULA

"Estas cosas no favorecen a la democracia en este país. Cuando esto sucede hay una tentativa de cruzar la frontera que tanto nos costó construir, la frontera de un estado de derecho. Estamos delante de un hecho grave contra la democracia", dijo. En esa grabación, se escuchó a la presidentas que avisa a Lula que está en camino el papel con su nombramiento para que lo use "por si lo necesita", en referencia a los fueros que obtendría con el nuevo cargo.

El discurso de Rousseff subió el tono a medida que se adentraba en el nudo del enfrentamiento que mantiene con los jueces anticorrupción. "No le interesa a los brasileños las actitudes que paralizan el crecimiento y la generación de empleos. Creo en la justicia de nuestro país. Se que muchos magistrados y ministros de tribunales serán correctos en la defensa de la protección de nuestros derechos. Continuarán juzgando en bases a pruebas presentadas de acuerdo a la ley", manifestó.

Para sorpresa de todos, Rousseff ha sido la única oradora del acto. Cuando todos esperaban la palabra de Lula da Silva, la presidenta dio por terminado el acto.

Rechazo popular

El nombramiento de Lula ha despertado una ola de protestas en las principales ciudades del gigante sudamericano, porque el nuevo cargo otorgará a Lula fueros judiciales. Esto es, que las causas por corrupción que llevaba en su contra el juez de Curitiba Sergio Moro, pasarán ahora al Tribunal Supremo, donde sin duda encontrará mayor benevolencia.  

En medio de protestas y manifestaciones a favor, el ex presidente Lula da Silva asume este jueves como ministro de la Presidencia de Brasil. 

Cientos de personas que apoyan o se oponen al gobierno de Dilma Rousseff comenzaron a concentrarse hoy en torno al Palacio presidencial de Planalto, donde Luiz Inácio Lula da Silva asumirá como ministro en medio. 

El nombramiento de Lula como ministro de la Presidencia, el cargo más influyente del Gobierno, generó un terremoto político por los problemas judiciales que el exmandatario afronta, agravados por la difusión de unas polémicas grabaciones que sugieren que Rousseff intentó influir a su favor. 

La seguridad en el Palacio de Planalto fue reforzada con decenas de policías y el tránsito de vehículos fue restringido en torno a la Plaza de los Tres Poderes, donde también se sitúan las sedes del Congreso y de la Corte Suprema. 

Los grupos favorables al Gobierno eran más numerosos y, según cálculos de la Policía Militar, sumaban unas 300 personas, en tanto que los opositores no llegaban al centenar, al menos al inicio de las concentraciones. 

Las grabaciones que agravaron la crisis fueron divulgadas este miércoles por el juez Sergio Moro, del sureño estado de Curitiba y responsable de la investigación en la estatal Petrobras, que afecta a decenas de políticos, entre los que está el propio Lula. 

La condición de ministro que tendrá a partir de hoy Lula le garantizará un fuero privilegiado y supondrá que las causas en su contra salgan de la órbita de Moro y pasarán a la Corte Suprema. 

La difusión de las grabaciones y la sospecha de que Rousseff designó a Lula ministro para demorar el proceso llevó a miles de personas a protestar en todo el país y exigir la destitución de la mandataria, como el pasado domingo ya lo habían hecho 3,5 millones de personas en la mayor manifestación política de la historia brasileña. 

También tras conocerse esas grabaciones, la Cámara de Diputados decidió retomar hoy mismo el trámite para un posible juicio político contra Rousseff, cuyo apoyo en el Congreso ha ido menguando al calor de la severa crisis política en la que se ha sumergido el país. 

De hecho, una vez que fueron difundidas las grabaciones, el Partido Republicano decidió abandonar la coalición de Gobierno y se posicionó en favor de la destitución de Rousseff. 
Esa formación cuenta con 21 de los 513 diputados y sólo uno de los 81 senadores, números no muy significativos pero que son cruciales para el Gobierno afronte un posible juicio político contra la mandataria. 

Lula será ahora un verdadero poder en las sombras, al punto que Rousseff podría quedar reducida a una simple figura decorativa. Desde su puesto en la Casa Civil, Lula tendrá voz y voto en todas las decisiones de su sucesora, tanto en materia política como económica.

EL CARGO OTORGA A LULA FUEROS EN LA CAUSA QUE ENFRENTA POR ENRIQUECIMIENTO

Se convertirá además en el principal interlocutor del Ejecutivo con el Parlamento, donde los partidos aliados son cada vez más reticentes a sostener la alianza urdida en 2003 para dar vida a la administración del Partido de los Trabajadores (PT).

El poder en las sombras

La oposición ha advertido que, en la práctica, Rousseff "abdicó" a favor de su mentor político. Han denunciado también que Lula sólo busca blindarse en la causa Petrobras, que investiga una monumental red de pago de sobornos montada por funcionarios, legisladores de la alianza oficialista y empresarios.

La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, defendió el miércoles 16 de marzo el nombramiento de su antecesor, Lula da Silva. "Es para ayudar a Brasil"; dijo Reuters

Rousseff defendió que su relación con su antecesor es "sólida" y se fundamenta en los cimientos del "proyecto común" que ambos comparten. La llegada de Lula al gabinete ha sido, según su versión, necesaria "para ayudar a Brasil".

De hecho, el presidente del Senado, Renan Calheiros, dijo que Lula "indiscutiblemente" tiene buenas relaciones con las dos cámaras, con lo que puede ayudar a negociar la permanencia del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en el Gobierno.

El PMDB es el partido más importante de Brasil y el pasado fin de semana, durante una convención de su directiva, se dio un plazo de 30 días para evaluar si sale del Ejecutivo por sus desavenencias con Rousseff, lo que podría alimentar el juicio político que la oposición trata de impulsar contra la mandataria.

En la conversación grabada por la policía judicial, Rousseff le anuncia a Lula que se aprestaba a enviarle el decreto de su nombramiento como jefe de gabinete, para que pueda El nombramiento de Lula y la consiguiente obtención de fueros ante la Justicia activaron una ola de protestas contra el gobierno de Dilma Rousseff  

Escuchas

El nombramiento de Lula ya había provocado las quejas opositoras, que lo consideraron una "afrenta al Estado Democrático de Derecho" por los intentos, evidentes, de evadir a la Justicia. Pero ha sido una serie de escuhas telefònicas lo que finalmente indignò a los brasileños.

El juez Sergio Moro, a cargo de la investigación contra Lula, difundiò una conversaciòn en la que Rousseff informa a Lulaque ya está en camino el papel con su nombramiento, listo para que lo use "en caso de necesidad".

En Brasil se interpretó la conversación como evidencia de obstrucción judicial. Las grabaciones, no obstante, no se limitaron a ese tema. En ellas se escucha a Lula criticando a la Corte suprema y al Congreso.

"Nosotros tenemos una Suprema Corte totalmente acobardada, un Superior Tribunal de Justicia totalmente acobardado, un presidente de la Cámara de Diputados jodido, un presidente del Senado jodido y no sé cuántos parlamentarios amenazados", le dice Lula a Rousseff. Lula también admite estar "asustado la 'República de Curitiba'", en referencia al juez Moro y el Estado desde donde tiene jurisdicción el magistrado.



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