Tras un recorrido por el monumento de más de 142 metros de altura, se trasladará hacia el Palacio de la Revolución para participar de una ceremonia de bienvenida a cargo de Castro y luego los dos presidentes llevarán adelante una reunión a puertas cerradas.

Este encuentro será el tercero entre los jefes de Estado desde que el 17 de diciembre de 2014 anunciaron el descongelamiento de la relación bilatera.

Después de entonces se vieron en abril último en Panamá, el marco de la Cumbre de las Américas, y luego en Naciones Unidas en septiembre.

Antes se habían encontrado brevemente en diciembre de 2013, en el funeral del ex presidente sudafricano Nelson Mandela.

Según anticipó la Casa Blanca, la reunión bilateral será “una oportunidad para rever el progreso hecho en la normalización de las relaciones” y para tratar temas en los que ambos gobiernos “han podido iniciar cooperación bilateral”.

A la vez, Obama tomará la reunión como un momento “para ser francos en temas de desacuerdo, incluidas las prácticas de derechos humanos “que han “preocupado en Cuba”, según indicó días atrás el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Ben Rhodes.

Concluidas las actividades en la sede del gobierno central, Obama y Castro ofrecerán juntos declaraciones a la prensa.

Por la tarde, el líder demócrata llegará al puerto cubano para brindar un discurso y participar de un intercambio con emprendedores locales y de Estados Unidos, en La Cervecería del Puerto, un gran local recientemente renovado, ubicado en la zona de muelles que supo tener protagonismo económico en el siglo XVIII y ahora está siendo revitalizada.

Tras un breve descando en la residencia del embajador Jeffrey DeLaurentis, a cargo de la sede diplomática norteamericana en La Habana y encargado de hospedar a Obama en su casa ubicada en el barrio Miramar, Obama regresará al Palacio de la Revolución para formar parte de la cena que ofrecerá Castro en su honor.

El martes por la mañana, el titular de la Casa Blanca brindará un discurso dirigido al pueblo cubano, uno de los momentos más fuertes de su histórica visita, desde el Gran Teatro Alicia Alonso.

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Obama fue a cenar a un típico "paladar" de La Habana y pagó la cuenta

El presidente y su familia degustaron los platos de "San Cristóbal"; el dueño y cocinero del lugar contó detalles de la visita

LA HABANA.- La llegada del presidente de Estados Unidos a la isla lo revolucionó todo: semanas antes cientos de personas trabajaron en la capital para dejar todo listo; periodistas de todo el mundo llegaron a Cuba para cubrir lo que es una visita histórica; el pueblo entero se preparó para ser centro de atención mundial por 48 horas seguidas.

Y los pequeños comercios también debieron estar listos para recibir a los cientos de personas que llegaron junto a Barack Obama y su familia.

Anoche, el protagonismo se lo robó una antigua casona habanera transformada en un lujoso "paladar", nombre que reciben los restaurantes de gestión particular o "por cuenta propia". Allí llegó el mandatario estadounidense para disfrutar de una típica comida local.

El presidente de EE.UU. protagoniza una visita histórica.Foto:AP

La antigua vivienda devenida en pequeño restaurante está ubicada en la calle San Rafael, entre Lealtad y Campanario, en el corazón de Centro Habana; y lleva el nombre de "San Cristóbal", el nombre de su inspirador y del santo patrono de La Habana, a quien se rinde tributo los 16 de noviembre.

El lugar data de 1940 y está repleto de artículos de decoración que sin dudas marcan su estilo: amistoso, abundante, autóctono, duradero y bien cubano.

Quien está a cargo de los exquisitos platos que se sirven, de acuerdo a la fama que tiene en la isla y a los comensales que esperan días para conseguir mesa, es Carlos Cristóbal Márquez Valdés, según la información publicada por el sitioCaribbean News Digital.

En diálogo con Radio Ciudad, el chef contó los detalles de la llegada del presidente a su local: "Fue una sorpresa para nosotros, nos quedamos mudos. No lo esperábamos. Nos enteramos minutos antes de su arribo, cuando llegó la seguridad, que se encargó de supervisar los alimentos. Obama comió solomillo y su familia pescado y cerdo. Su esposa Michelle tomó vino. Estaban junto a la suegra y toda la comitiva. Estuvo como dos horas y pagó la cuenta".

En su cocina, Márquez Valdés se luce a dirario con entradas a base de salmón con caviar, berenjenas rellenas, tablas de quesos, tortilla española, ceviche de pescado, salpicón de mariscos, rabo encendido y un plato que combina pollo, ternera y pescado; como también brochetas de jamón, pollo o carne de cerdo, la langosta termidor o esos caldos de los dioses de frijoles negros o de champiñones.

Obama recorre junto a su familia el centro de La Habana.Foto:Reuters

Fuente y Foto Reuters

Fuente:EFE-AP-Reuters