Turistas varados sin poder salir de Ushuaia y la suspensión de la competencia motociclística más tradicional de Tierra del Fuego son las consecuencias de mayor impacto que produce el corte de la Ruta Nacional 3 en el ingreso a la ciudad por parte de un grupo de sindicalistas.

La interrupción del tránsito vehicular en la única vía de conexión terrestre entre la capital fueguina y el resto del país, que ya lleva ocho días consecutivos, impacta de lleno en la actividad turística, en especial en los feriados de Semana Santa.

La medida impide desde el normal funcionamiento de las líneas regulares de transporte entre Ushuaia y Río Grande y también algunas de las excursiones más tradicionales de este destino, como la visita al Lago Escondido o el cruce de la Cordillera de Los Andes a través del Paso Garibaldi.

"No sabemos qué hacer, fue un error haber venido a esta ciudad", se lamentó esta mañana el integrante de un contingente de jubilados cuyo transporte no podía salir de la ciudad para seguir viaje a El Calafate.

El presidente del Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur), Luis Castelli, llamó a "convencer" a los gremialistas de que "los visitantes no tienen nada que ver con su reclamo": la derogación de una reforma previsional.

"Esto no le hace bien a la comunidad en general y al turismo en particular.Hay una tremenda injusticia produciéndose con la mayoría de la población generada por un tema sectorial", afirmó Castelli a medios locales.

El funcionario recordó que días atrás, por otro corte producido en el camino de acceso al aeropuerto de Ushuaia, los turistas tuvieron que caminar tres kilómetros llevando valijas, en medio del viento y el frío en la zona.

"Estamos viendo cómo un grupo de dirigentes está llevando al extremo una situación. Y estamos dañando una actividad muy sensible que distribuye recursos en toda la sociedad", cuestionó el titular del Infuetur.

Otra complicación que generó el conflicto fue la suspensión de la "Vuelta a la Tierra del Fuego", la carrera de motos y cuatriciclos más emblemática de la zona, que incluye competidores de otras provincias argentinas y del sur de Chile.

Los organizadores del evento negociaron hasta último momento con los sindicatos, pero no lograron el objetivo de que dejaran pasar por el piquete a las motos y a los vehículos de logística y emergencias necesarios para llevar a cabo la competencia.