ECONOMIA Y POLITICA
6 de abril de 2016
Prat Gay viaja EEUU donde presentará el bono ante la banca y buscara acercarse al FMI
El ministro de Hacienda viaja para participar en la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo, luego estará en Nueva York cuando la Cámara de Apelaciones ratifique el acuerdo con los holdouts y se efectúe el pago a los acreedores. Y, finalmente, tomará parte en la reunión del FMI.
El viaje más importante de Afonso Prat Gay está a punto de iniciar una semana clave para su gestión. Después del levantamiento del cepo y la derogación parlamentaria de las leyes que le permitirán a la Argentina salir del default, el ministro emprende un viaje que será una especie de broche de oro en ese plan iniciado a mediados de diciembre.
El objetivo del periplo, que se iniciará este jueves en Bahamas en la cumbre anual del BID y la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), será una suerte de "oficialización" del inminente regreso de la Argentina a los mercados financieros globales.
Los encuentros de Prat Gay con banqueros y funcionarios de los organismos multilaterales se convertirá en una especie de reingreso de la Argentina -uno de los mejores clientes históricos de los bancos internacionales- al mercado global de títulos de la deuda.
Sólo para pagarles a los fondos buitres, el Gobierno tendrá que emitir unos u$s12.500 millones. A esta cifra se sumarán colocaciones adicionales, también en lo que resta del año, que servirán para financiar el rojo de las cuentas públicas.
En los próximos días, Prat Gay pasará por la cumbre del Banco Interamericano de Desarrollo y de la CII, en Bahamas. Luego -el miércoles 13- estará en Nueva York para seguir de cerca la audiencia de la Cámara de Apelaciones que debería destrabar la salida del default de la Argentina.
Antes de regresar al país, el funcionario participará de la Asamblea del Primavera del Fondo Monetario y el Banco Mundial, en Washington.
La agenda oficial, que se terminará de definir recién durante la tarde del miércoles -debido a la gran cantidad de pedidos de encuentros que tiene Prat Gay por parte de funcionarios extranjeros y de inversores internacionales-, parece una simple excusa para lograr un objetivo: la presentación de las perspectivas de la economía argentina frente a la "crema" del mercado financiero global.
Y, más concretamente, hacer el "road show" de la próxima emisión de bonos.
Prat Gay quiso tomar ese trabajo en persona. No quiso deslindar en un colaborador de su equipo lo que el ministro entiende como uno de los principales desafíos para lo que queda del año: conseguir los fondos suficientes que ayuden a financiar el desequilibrio fiscal y mitigue el ajuste interno.
El plan del equipo económico es llevar la certeza de que el país se encuentra en la etapa final de un proceso de "reordenamiento" (ajuste), que será la base para volver a crecer. Y propondrán que los inversores se sumen a esa ola, que por ahora sólo forma parte de las expectativas optimistas de los funcionarios.
Hasta el momento, los números de la economía son deficitarios: el consumo registra una importante caída por la pérdida de poder adquisitivo de la población y la inflación supera el 4% mensual a raíz de la devaluación y de la abrupta suba de las tarifas de los servicios públicos.
Convencido de que lo peor se terminará este mismo mes, intentará convencer a los financistas de que la economía argentina se encamina a la sustentabilidad.
"Vamos a demostrar que emprolijamos el desastre que nos dejó el kirchnerismo, y que somos un gobierno con plena autoridad política. Por si fuera poco, también llevamos credenciales de un verdadero acercamiento a los líderes mundiales, como Obama y Hollande", se entusiasmó un miembro del equipo económico al comentar las expectativas de este viaje.
Antes de viajar, Prat Gay lo dijo de manera taxativa al exponer ante inversores en un seminario organizado por la agencia de noticias Bloomberg: "Estamos abriendo las puertas para la reinserción de la Argentina en el mundo. Estamos corrigiendo 12 años de errores".
Sobre las perspectivas de los próximos meses, insistió ante los empresarios que habrá una reducción gradual del rojo fiscal, al que piensa aplanar recién para dentro de cuatro años.
El ministro reiteró que la baja de la inflación comenzará a percibirse en el segundo semestre y que la estima en un 17% anual para 2017.
En tanto, remarcó que la economía repuntará hacia el tercer trimestre.
El funcionario tuvo también un guiño para con el FMI, al asegurar que el país aceptará nuevamente el monitoreo técnico del organismo internacional. Este requisito, que durante el kirchnerismo nunca fue cumplido, implicaría un paso adelante en la normalización de las relaciones y hasta la elegibilidad de la Argentina como receptor de préstamos.
En principio, la jornada más relevante de su viaje tendrá lugar el miércoles 13. Ese día podría definirse la trama con los holdouts, una vez que se expida la Cámara de Apelaciones de Nueva York.
Como la fecha límite para pagarles a los "fondos buitres" expira al día siguiente, es improbable que la Argentina pueda cumplir con esa plan.
"Nos hubiera gustado que (la audiencia de la Cámara) fuese antes; pero una vez que ocurra, emitiremos el bono", dijo Prat Gay. Y, mostrando confianza desde el lado oficial, añadió: "Tienen la una opción de quedarse o no en el acuerdo, pero no veo por qué querrían quedarse como holdouts".
Consultado sobre el plazo del 14 de abril estipulado por el juez Griesa para el pago, indicó que ese plazo "es para un grupo de holdouts" y que "no es un plazo, sino un día para ejercer una opción".
"Si el pago no ocurre el 14, no creo que se caiga el acuerdo, porque no podemos emitir un bono en un día (en referencia a que la Cámara de Apelaciones fallará el 13 de abril) y no creo que los holdouts quieran ser holdouts de holdouts", dijo.
La cuestión central
En todo caso, la pregunta del millón durante el viaje del ministro es cómo se las arreglará para conseguir divisas y hacerle frente a semejante agujero fiscal.
Precisamente, de esto depende buena parte del éxito del plan del Palacio de Hacienda para 2016.
De acuerdo con los datos de la consultora Arriazu, este año habrá que financiar un agujero fiscal de unos u$s30.000 millones.
A esa cifra deben añadirse los u$s12.000 millones que el Gobierno deberá buscar en el mercado para pagarles en efectivo a los holdouts.
Es decir que en total (rojo en las cuentas públicas más cancelación con buitres) la suma asciende a unos u$s42.000 millones.
Otro punto importante refiere a la reconsideración que tendrá el nivel de riesgo-país una vez que haya acuerdo en el despacho del juez Griesa.
En concreto, se espera que la ponderación de la Argentina aumentará de 2,58% a 3,25% en el EMBI Global Diversified y desde el 1,71% hasta el 3,25% en el EMBI Global, de acuerdo con un informe del banco de inversión JP Morgan.
En el equipo económico tienen confianza en que la Argentina volverá a ponerse de moda entre los inversores internacionales.
En poco tiempo se sabrá si esas expectativas están justificadas.
Fuente:Agencias de Economìa y Mercado
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