Hace más de diez años que no acelera a fondo un coche de carreras y hasta pide permiso para soltar una o dos malas palabras. Salvo por eso, sigue siendo juan MaríaTraverso(65 años), un eterno campeón del automovilismo, que conserva la idolatría del público que lo vio cumplir grandes hazañas, y que se siente autorizado para juzgar, con pesimismo, la marcha de la especialidad, sin temor a despertar polémicas o, más bien, casi que deseándolo. Como presidente de la Asociación Argentina de Volantes, la mutual de los pilotos, sigue en contacto con el automovilismo activo, aunque sugiere que las carreras de hoy lo aburren.

-¿Qué le pasa al automovilismo argentino? Hay menos ídolos, las carreras atraen menos público, los ratings televisivos son bajos? ¿Está en decadencia?

-Sí, lamentablemente para quien es fanático, sí. Yo me bajé de los autos y no puedo mirar las carreras, me da bronca todo lo que pasa. La gente se aburre porque son puras carreras de autos, gana el auto: debe haber 30 pilotos que, en ese mismo momento, en ese mismo auto, ganan sin problemas. No reniego del nivel conductivo de tipos como Agustín Canapio, Matías Rossi, Néstor Girolami, Facundo Ardusso o diez más, son buenos, pero eso los veo yo nada más, porque les veo pequeñas cositas que me indican que el tipo va, pero la gente no se da cuenta. No podemos saber si los pilotos actuales son buenos, muy buenos o excelentes, porque el que gana es el auto.

-¿Y por qué este pobre momento?

-Esencialmente porque la tecnología se metió mal dentro de este deporte, la tecnología que elimina al deportista juega en contra. Mirá en Fórmula 1: el auto va solo, la tecnología es tan exagerada que eliminó al deportista. En el automovilismo argentino no es tanto como eso pero sí muy parecido. El auto manda en un 90 por ciento. La tecnología que tienen los autos hoy anuló prácticamente la mitad de la capacidad que tienen los pilotos, y vos, como fanático y más allá de que seas hincha de una marca, querés ver al piloto. Una buena maniobra, el coraje, por ahí un error, y eso hoy no lo ves.

-¿Se puede revertir esta tendencia, o la edad de oro del automovilismo ya quedó atrás?

-La edad de oro volverá el día en que se recupere la esencia del automovilismo. Hay que imitar a los norteamericanos. Te pueden gustar los óvalos o no, pero los tipos van a 400, levantan vuelo y la gente quiere ver eso. Entran a cambiar cubiertas y al salir se llevan puesto al mecánico, la manguera? Si quisieran tener tecnología, los autos no entran a cambiar gomas: se cambian solas?

-¿Cómo ve el TC?

-Mal. Más allá de que es un show bien armado, de que van a correr a lugares dónde saben que la gente va porque no tiene demasiadas otras cosas para ir a ver, el Turismo Carretera para mí murió hace muchos años, esto de hoy es algo que lo único que conserva de original es el nombre, pero después? Vos tenés autos que no saben de qué marca son. Las máximas categorías deben tener autos con sus propios motores, en la que el Chevrolet sea Chevrolet, el Ford sea Ford, el Torino sea Torino, y no como hoy que no sabés qué pito es cada cosa.

-¿Qué sentimiento le produce, habiendo ganado tantos títulos, no ser bien recibido en el TC actual?

-A nadie le conviene lo que yo digo. Pero me putean al cuete, si no va nadie, si no lo mira nadie? ¿Desclasificaron al Gurí Martínez? ¡Y qué carajo me importa! Pero no solamente no me importa a mí: tampoco a todo ese mundo que seguía las carreras, ya no las mira.

-Bueno, que hayan desclasificado al campeón de una categoría por una falta muy grave parece contribuir a este cuadro de situación.

-Sí, pero... ¿qué es más grave? ¿Que el auto del Gurí estaba fuera de reglamento o que el presidente de la ACTC haga ganar al hijo? Y hablo de los últimos dos presidentes (Oscar Aventín y Hugo Mazzacane), éste último le hizo ganar al hijo la serie en La Pampa, qué es más grave? Se creen que la gente es estúpida. Se van a enojar conmigo por lo que digo, pero agarrá al público y fijate...

-¿Martínez tendría que retirarse después de lo que sucedió?

-Tendría que haberse retirado hace ya dos o tres años. El mismo grupo que lo está echando a patadas es el que le pidió de rodillas que se quedara, de la misma manera en que se lo pide a dos o tres viejos más. Y hoy, alguna cagada hizo el Gurí, con lo cual lo mandaron debajo de un camión. Cuando digo grupo me refiero a dirigentes, dueños equipos, motoristas... hoy salen algunos preparadores a darle un caño solo para limpiar lo que ellos hicieron.

-¿Qué piensa del regreso de Marcos Di Palma? ¿Es para regenerar el atractivo?

-¡Mirá vos! A Marcos Di Palma, que ya no puede manejar ni por la calle. Pero tiene un apellido de la gran siete, que lleva gente, porque es de una época en la que el automovilismo convocaba de verdad, no regalaba entradas, no hacía publicidad, no tenía subsidios de ninguna especie. Antes, todas las empresas fuertes del país financiaban el automovilismo: las petroleras, las automotrices... Eso era antes: de golpe empezaron a irse porque no comparten la trampa.

-¿A los pilotos de hoy les falta personalidad?

-¡Sí! O mejor: no es que no la tengan, tienen prohibido mostrarla, este sistema se los prohíbe. Entonces el piloto no habla: ni en contra del auto, ni en contra del motor, ni sobre el ingeniero ni sobre la marca, y entonces cuando está décimo tiene que decir...hay nueve que manejan mejor que yo'. O si no, hacen chistes malos. La gente no quiere eso.

-¿No ve a nadie con rebeldía?

-Matías Rossi, no hace mucho, habló mal del TC y no figuraba, ni siquiera en la pantalla de TV, lo mandaron al fondo del mar. La decisión la toma la categoría, el equipo está de acuerdo, y listo.