Es verdad que el proyecto de torneo que crearon para esta primera mitad de 2016 es un tanto particular: dos zonas, apenas 16 fechas y una final para definir al campeón. Pero también es cierto, que las facilidades presentadas en este Campeonato sólo fueron aprovechadas por unos pocos. Y uno de los equipos que entendió a la perfección cómo disputar el certamen fue Lanús, que ayer le ganó 2-0 a Aldosivi, se aseguró el primer puesto en la Zona 2 y se clasificó a la gran definición. Como bonus track, el Granate también sacó boleto para la próxima Copa Libertadores.

"Yo soy un empleado. Este es mi trabajo y lo defiendo, pero no me voy a aferrar a nada. Es delicado el momento porque merecíamos estar mucho más arriba”. Estás palabras de Jorge Almirón no corresponden a mayo de 2016, sino que son de mayo de 2015. Es que hace un año, el entrenador renunciaba (empujado por los dirigentes) de su cargo como DT de Independiente por no poder plasmar con puntos las buenas intenciones que mostraba el Rojo en la Cancha. La salida de Guillermo de Lanús, le abrió la puesta a Almirón para tomarse revancha. Y el tiempo le dio la razón: 14 partidos jugados, 12 ganados, 1 empatado y apenas una derrota. 26 goles a favor y sólo 6 en contra. En resumen, 37 puntos cosechados para que el conjunto del Sur se transforme en el primer finalista del torneo.

A pesar de que la idea de juego siempre se basó en la tenencia de la pelota y la verticalidad para atacar, Lanús encontró su verdadera esencia en el sprint final. Y ayer fue una nueva muestra de esa contundencia en el área contraria y de la extrema seguridad en la propia. Gracias a los goles de Román Martínez y José Sand, el Grana derrotó 2-0 a Aldosivi (terminó con uno menos por la expulsión de Gastón Díaz) y cosechó su séptima victoria consecutiva. En esa seguidilla derrotó a Boca y ganó los dos clásicos ante Banfield. Además, sumó 15 goles y apenas sufrió uno en contra.

Esta vez, la posición en la tabla es un fiel reflejo del rendimiento dentro de la cancha. A los largo del torneo, el Granate demostró superioridad ante sus rivales y una predisposición para atacar utilizando todos los sectores del campo. Así, a la proyección de los laterales se le sumó el buen traslado de los medios (comandados por Martínez), la velocidad de los extremos (Acosta y Mouche) y la eficacia del centrodelantero: Sand. Con 13 gritos, Pepe volvió al club para levantar otra copa. ¿Volverá a festejar?