Había esperanza de al menos empatar ya que quedaron igualados por 1 - 1 en el partido de ida. Pero Monje le borró la ilusión al Azul, al clavarle el único gol del partido en Trinidad.

El Santo salteño se hizo del balón y por ende de la cancha se le fue de las manos al equipo de Antuña. Resistió Unión durante el primer tiempo pero en el complemento no pudo sostener ni la marca ni el favoritismo con que venía acompañado.

Queda para la discusión una jugada que los de Villa Krause gritaron como penal pero que el árbitro Francisco Acosta no vio de esa manera. Ganar era ambicioso y empatar era posible, pero Unión no pudo alcanzar ninguna de esas dos metas.

El Santo salió con todo en contra después del empate en uno en el Martearena: el empate le daba la clasificación a los sanjuaninos, pero Nicolás Monje apareció por el segundo palo para pegar un salto y cabecear a la red antes del final del primer tiempo. Ese fue el gol de la clasificación que después se defendió con uñas y dientes.

El santo jugó un buen primer tiempo, con el Ratón Ibañez como figura en el ataque y con una planteo sólido en defensa.

El gol ya se le había negado al equipo de Juan José López, con un tiro en el travesaño de Joaquín Iturrieta. El 1 a 0 le alcanzó para desatar la locura en el vestuario visitante y volver a Salta con la ilusión del ascenso más viva que nunca: ahora será rival Defensores de Villa Ramallo.

"Sabiamos que era una final, la jugamos como tal. Así había que defender estos colores", relató el héroe de la noche. Mirá el gol.