Los petroleros de la provincia de Chubut anunciaron que desde el lunes llevarán a cabo un paro de 48 horas que afectará la producción del sector. La medida de fuerza surge luego que fracasaran las negociaciones paritarias del sector que se realizaban en la sede el Ministerio de Trabajo de la Nación.

Leandro Moyano, integrante de la comisión directiva del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, confirmó una vez terminado el encuentro entre el gremio, autoridades del Gobierno Nacional y las Cámaras, se definió establecer un paro por 48 horas a partir de las cero horas del próximo lunes 27 de junio.

"No se llegó a ningún acuerdo salarial y en conjunto con todos los sindicatos del país decidimos el paro por 48 horas a partir del lunes", explicó Moyano; mientras que advirtió que el paro de actividades será total en todos los yacimientos.

Asimismo, el próximo sábado 25 de junio se llevará a cabo el plenario de delgados para definir cómo se concretará la medida de fuerza, aunque no se descarta que la misma "sea con afectación de producción".

Además de la imposibilidad de acordar un numero de incremento salarial, se agrega "el nivel de actividad, los despidos que estamos teniendo en todos lados, el intento de bajar las horas laborales y lo que se venía hablando en la semana no se llegó a ningún acuerdo", detalló Moyano.

En tal sentido, Ávila había adelantado que "pretenden meter en paritarias el tema de la jornada laboral de ocho horas o un ítem por productividad como condición para discutir el tema salarial y nosotros a eso no lo vamos a permitir".

Asimismo, aclaró que "no nos oponemos a discutir nada, incluido el tema del régimen horario o los incentivos para la producción, todo lo que quieran lo discutimos, pero no ahora dentro de este ámbito que es para discutir salarios y si no lo entienden no nos dejan otro camino que el del conflicto".

En este sentido, dijo que "es probable que hoy tengamos alguna medida de acción directa, como decir, un paro a partir de mañana porque no se puede seguir teniendo de rehén el salario

Fuente: El Patagónico