En la última jornada de su gira por Europa, el Presidente recorrió las instalaciones de una de las plantas de la empresa alemana Siemens y luego tomó un vuelo rumbo a Estados Unidos.
Macri tiene previsto exponer este jueves en Sun Valley Conference, un encuentro de dirigentes de empresas que se llevará a cabo en el estado de Idaho,en el noroeste el país.

La cumbre de Sun Valley se realiza cada año en el estado de Idaho (noroeste de EE.UU), en esta oportunidad contará con la presencia del presidente Mauricio Macri, que participará ya que Martín Lausteau aviso al gobierno argentino que el jefe de estado sería bien recibido.

En Estados Unidos va busca de inversiones en consonancia con las políticas exteriores que implementó desde su asunción con la clara postura de abrir Argentina al mundo.

El presidente argentino dará una conferencia ante empresarios que asisten a la cumbre, donde lo presentarán como el nuevo líder político de la región. El presidente encontrará con Bill y Melinda Gates (Microsoft), con Warren y Susan Buffet (del millonario grupo inversor), Larry Page (Google), Mark Zuckerberg (Facebook) y el magnate de la prensa Rupert Murdoch, entre otras figuras.

Aún no se conocen los temas a tratar, aunque se supone que Macri hablaría de las oportunidades que les da Argentina a los grandes empresarios del mundo.

LA HISTORIA DE LA CUMBRE

El organizador desde 1983 es The Allen & Company, dueños de una de las mayores corporaciones que se conocieran. Asisten acompañados por sus esposas, como forma de generar lazos de confianza.

Sun Valley, es un centro turístico del condado de Blaine en el estado Idaho, Estados Unidos. El lugar fue elegido por su belleza natural y el aislamiento, ya que está pegado a la cuidad de Ketchum de sólo 1.500 habitantes.

En un principio los empresarios que asistían a la cumbre eran petroleros, dinastías como las familias Ford o Cargill y muchos banqueros. Últimamente asisten los fundadores de Google, Microsoft y Facebook, entre otras estrellas de la economìa del conocimiento.

El armado de esta agenda no podía dejarlo mejor parado: Macri se mueve bien en esos ámbitos y el prestigioso auditorio puede funcionar como un gran trampolín para sus ambiciones de liderazgo regional en América latina.  
Entre los asistentes estarán los CEOs de las empresas tecnológicas más importantes (Facebook, Apple, Yahoo), aunque también asisten directivos de otras industrias como las finanzas, comunicaciones o ciencias, porque el evento propone discutir las tendencias empresariales y financieras.
 

El viernes, ya de regreso en el país, Macri estará listo para participar de una ceremonia junto al gobernador jujeño Gerardo Morales en la ciudad de Humahuaca.  Allí, Macri tomará parte de la vigiia por el comienzo de los festejos del Bicentenario de la Declaración de la Independencia. 

Ese acto tampoco es inocente desde el punto de vista político: el radical Morales es uno de los gobernadores más cercanos al Primer Mandatario, quien presenció en Europa algunos actos de protesta por el encarcelamiento de Milagro Sala, adversaria histórica del goberndor norteño. 

El sábado, el Presidente encabezará los festejos del 9 de Julio en San Miguel de Tucumán junto a gobernadores, legisladores y mandatarios y enviados extranjeros. 

La expectativa, en ese caso, estará puesta en las presencias y las ausencias. Los gobernadores e intendentes que asumieron sus cargos bajo de la protección hegemónica del kirchnerismo, saben que deben mantener una relación fluida con la Casa Rosada a riesgo de quedar aislados política y financieramente. Quién se sacara la foto con el presidente, justo en un momento de alta sensibilidad interna en el peronismo, es una de las inevitables especulaciones políticas de la jornada

En el entorno de Cristina Fernández de Kirchner, se agitó en estos días la posibilidad de que la ex Presidenta encabezara un "contrafestejo" del Bicentenario. 

El ultrakirchnerista Luis D'Elía fue más lejos y propuso la Avenida 9 de Julio como el escenario natural de ese evetual acto paralelo. Pero hay dos elementos que pueden hacer fracasar esa patriada: por un lado, la citada necesidad de no exponer a los funcionarios afines al peronismo a un desgaste con el Poder Ejecutvo que pueda terminar asfixiando sus gestiones. Y por otro, la dudosa convocatoria que pueda tener ese acto en la actual coyuntura posterior al affaire José López.  

Agencias