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22 de mayo de 2014

El Papa Francisco pidió a María Auxiliadora por los fe fieles de China

Al término de su catequesis de este miércoles, el Papa Francisco recordó la devoción de los católicos chinos a María Auxiliadora, cuya fiesta celebrarán este 24 de mayo en el santuario de She Shan en Shanghái (China), por lo que invitó a los fieles a rezar para que la Madre de Dios ayude a la Iglesia en este país a seguir creciendo en la fe y en el amor hacia sus conciudadanos.


Pido a los fieles, expresó,  ''rezar para que, bajo la protección de la Madre Auxiliadora, los católicos de China continúen creyendo, esperando y amando, y sean siempre fermento de armoniosa convivencia entre sus conciudadanos''.

Santuario de She Shan

La Basílica menor de Nuestra Señora de She Shan es el santuario católico más importante de China y uno de los principales lugares de peregrinación de Asia. Su nombre deriva de un cerro al este de la ciudad donde se ubica el templo. Sin embargo, su nombre original es "Iglesia de la Santa Madre en China" y está consagrada a Nuestra Señora la Virgen María Auxilio de los Cristianos, llamada popularmente "Nuestra Señora de She Shan".

La primera iglesia fue construida en 1863 sobre una parcela de tierra comprada por los misioneros jesuitas. Sin embargo, ante los disturbios de 1870 en Tianjin –donde se quemaron iglesias-, los jesuitas de Shanghái rezaron a la Virgen y prometieron a construir una iglesia mayor en su honor a cambio de su protección y de la salvación de la Diócesis de Shanghái de una persecución contra los cristianos. Ocurrido el milagro, comenzó la construcción de la nueva iglesia.

Tras varias modificaciones, en 1925 el templo resultó insuficiente, por lo que fue demolido y reconstruido. La nueva iglesia fue terminada en 1935. En 1942, el Papa Pío XII le otorgó al santuario mariano la dignidad de Basílica menor.

El templo sufrió graves daños tras la revolución cultural de Mao Tse Tung. Además, durante los primeros años de la persecución comunista, en la década de 1950, el Obispo de Shanghái, Mons. Ignatius Kung Pin-Mei, peregrinó al santuario con sus sacerdotes donde hicieron voto de fidelidad a la fe y a la Iglesia. El Prelado fue detenido y encarcelado por más de 30 años. La Basílica fue puesta bajo el control de la Asociación Patriótica Católica China y de obispos chinos no reconocidos por El Vaticano.

Tras el término de la Revolución Cultural, la basílica fue reparada de forma gradual. En mayo de 2008, Benedicto XVI compuso una oración especial para la Virgen de She Shan en la cual pedía la paz en China.

El gobierno permite el culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de China, y rechaza la autoridad del Vaticano para nombrar obispos o gobernarlos. La Iglesia Católica fiel al Papa no es completamente clandestina; aunque es asediada constantemente.

La advocación de María Auxiliadora

El primero que llamó a la Virgen María con el título de "Auxiliadora" fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla en al año 345. Posteriormente, a lo largo de los siglos, en diversas partes del mundo se rezó a esta advocación para que libre a los católicos de invasiones bárbaras y protestantes.

Así, en 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma en libertad lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el Pontífice quedó libre y llegó a Roma el 24 de mayo. Desde entonces quedó declarada esta fecha como día de María Auxiliadora.

Sin embargo, fue San Juan Bosco quien ayudó a propagar esta devoción a lo largo del mundo. En 1862 el fundador de los salesianos dijo que “la Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana”.



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