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14 de julio de 2016

El prófugo Marcelo Mallo se entregó a Prefectura Naval y quedó detenido

El ex dirigente de Hinchadas Unidas Argentinas se entregó en Olivos y quedó a disposición de la Justicia que lo acusa de haber ocultado un arma que en 2008 la utilizaron para asesinar a dos colombianos en un shopping. La jueza Arroyo Salgado lo indagará este jueves.

El ex dirigente de Hinchadas Unidas Argentinas, Marcelo Mallo, se entregó esta noche en la Prefectura Naval Argentina (PNA) de Olivos y quedó a disposición de la Justicia que lo acusa de haber ocultado un arma que en 2008 utilizaron para asesinar a dos colombianos en el shopping Unicenter, informó uno de sus abogados, José Novello.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, precisó esta noche que Mallo (52) será trasladado mañana a las 9 al despacho de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, quien lo indagará en el marco de la causa por el doble crimen de los narcos Jorge Alexander Quintero Gartner (35) y Héctor Edilson Duque Ceballos (35), alias “Monoteto” .

Durante los 20 días que Mallo estuvo prófugo "hubo una presión del ministerio y hoy ya está acá (detenido), expresó la ministra.
Por su parte, el jefe de la PNA, prefecto general Eduardo Scarzello, precisó que Mallo se entregó a las 20 junto a su abogado, negó que se haya tratado de una "negociación" y aclaró que no por razones de seguridad se iba a revelar el lugar a donde esta noche fue trasladado Mallo por el grupo táctico Albatros.

Novello explicó a Télam que el imputado se presentó junto a otros de sus defensores en la sede de la PNA ubicada en la calle Ugarte, en dicha localidad de la zona norte del conurbano, a pesar de que “aun no se había resuelto un pedido de eximición de prisión” que él había interpuesto.

El letrado explicó que Mallo quedó también a disposición del juez de Garantías de La Plata César Melazo, que había ordenado su detención el 24 del mes pasado, por el encubrimiento de la tenencia del arma presuntamente utilizada en el mencionado doble crimen..

El juez Melazo ordenó la detención de Mallo y de un amigo de éste, Leandro Giso (40), luego de que se determinó a través de un peritaje balístico que una pistola Tanfoglio calibre .40 hallada en poder del primero y que pertenece al segundo fue usada para asesinar a Quintero Gartner y Duque Ceballos, el 24 de julio de 2008 en el Unicenter, de la localidad de Martínez, partido de San Isidro.

Sin embargo, cuando los efectivos de la Policía bonaerense fueron a detener al acusado a su casa situada en Miguel Cané 3540 de Quilmes no lo hallaron.

En esta causa, tanto Mallo como Giso están imputados del delito de “encubrimiento agravado” porque el fiscal de Brandsen, Mariano Sibuet, consideró que al menos desde el 3 de enero Mallo “recibió y ocultó” esta arma en su casa y ejerció su tenencia sin la debida autorización.

La fuga de estos dos imputados derivó en cuestionamientos de parte de la ministra Bullrich, al fiscal Sibuet, quien luego decidió apartarse del expediente, el cual pasó a manos de Virginia Bravo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de La Plata.

Por su parte, la secretaría permanente de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la provincia de Buenos Aires conformó un tribunal de jury que analizará la conducta del juez Melazo en la causa.

En ese marco, la jueza Arroyo Salgado ordenó, a su vez, tomar información del despacho del magistrado ya que investiga un presunto retardo en el libramiento de la orden de detención de Mallo que facilitó la fuga del imputado.

Mallo había sido detenido el 3 de enero último cuando se buscaba a los hermanos Martín (42) y Cristian Lanatta (44) y a Víctor Schillaci (35), los condenados por el triple crimen de General Rodríguez que el 27 de diciembre escaparon del penal de General Alvear.

En la casa de Mallo, el fiscal Sibuet secuestró algunas armas que no tenían en regla sus papeles, entre ellas ls mencionada pistola italiana Tanfoglio.

Un peritaje realizado con el Sistema Automatizado de Identificación Balística (SAIB) dio positivo al ser cotejada esa pistola con los proyectiles y vainas secuestrados en la escena del doble crimen de Unicenter.

Tèlam



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