Brasil redujo el martes su estimación para la cosecha de invierno 2016 de maíz a 42,59 millones de toneladas, desde las 43,05 millones de toneladas pronosticadas en julio, debido a evidencias que indican que la sequía continúa pesando sobre las cifras finales de los cultivos del país sudamericano.

En su undécima estimación de la temporada, la agencia gubernamental Conab dijo que espera que la producción brasileña total de maíz, incluida la cosecha de verano, sea de 68,48 millones de toneladas, menos que las 69,14 millones de toneladas proyectadas en julio y las 84,67 millones del 2015.

Las exportaciones de maíz este año caerán a 20 millones de toneladas desde 30,17 millones en 2015, agregó Conab.

La agencia subió su pronóstico para el área sembrada de maíz de invierno, el mayor de los dos cultivos, a 10,53 millones de hectáreas desde 10,13 millones de hectáreas en julio.

No obstante, las irregulares lluvias en las principales regiones productoras de maíz en el cinturón agrícola del centro-oeste del país siguen empujando a la baja los rendimientos. La productividad cayó a 4,05 toneladas por hectárea, desde 4,17 en la estimación de julio, dijo Conab.

Brasil ha estado importando maíz desde Argentina y Paraguay para suplir una escasez en la producción y brindar alimento a sus industrias de pollo y cerdo.

Si bien las restricciones brasileñas a ciertas variedades genéticamente modificadas de maíz contuvieron las importaciones desde Estados Unidos, el ministro de Agricultura, Blairo Maggi, dijo en los últimos días que está trabajando en una solución para asegurar la liberación del grano proveniente de Norteamérica, con el fin de intentar bajar los precios locales.

Reuters