Osvaldo Soriano, autor de “El penal más largo del mundo”, podría haber escrito la espera más larga del mundo: 89 días pasaron del último partido oficial del campeonato. En aquella tarde del 29 de mayo, se consagró Lanús ante San Lorenzo en el Monumental. Hoy, con el duelo entre Sarmiento y Arsenal y -más tarde- la visita de Huracán a Godoy Cruz, se pondrá en marcha nuevamente el loco fútbol argentino.

Luego del receso por la Copa América, las idas y vueltas eternas por las deudas, los cortocircuitos, el caos en la AFA y las mil y una excusas, la pelota vuelve a rodar. Si bien varios equipos ya tuvieron participación en Copas (Libertadores, Argentina y Sudamericana), se trata del regreso del torneo oficial.

Se jugará a 30 fechas, todos contra todos, a una sola rueda y los únicos que se enfrentarán dos veces serán los clásicos. Como novedad en este aspecto, reaparece el derby cordobés, luego del ascenso de Talleres, que retorna a Primera División tras diez años. El cambio de “la T” por el descendido Argentinos Juniors es la única variante en la conformación de los clubes. El primer superclásico está previsto para la 13° fecha, a comienzos de diciembre, en el Monumental. El segundo Boca-River será en la Bombonera, en la jornada 24°, a mediados de abril de 2017.

Permanece, también, el sistema de promedios, que rige desde 1983. En este caso, habrá cuatro descensos y dos ascensos desde la B Nacional. A partir de este campeonato, la idea es progresivamente ir disminuyendo la cantidad de equipos para lograr los 20 participantes.

Será, además, el regreso al calendario europeo, de agosto a mayo se disputará la temporada para favorecer el engranaje con las ligas del Viejo Continente, considerando que Argentina es un país exportador de futbolistas. Esta mecánica se empezó a implementar en la temporada 85/86 y cortó en 2015, cuando se jugó el torneo largo de marzo a diciembre.

A la Copa Libertadores 2018 se clasificarán los cuatro equipos mejor ubicados en la tabla de posiciones, más el campeón de la Copa Argentina 2016/2017. Si un conjunto argentino gana la edición 2017 de la Libertadores, obtendrá el derecho a jugar en 2018 directamente en la fase de grupos y ocupará la plaza Argentina 1, por lo que los equipos clasificados se numerán de Argentina 2 a Argentina 6. Si el ganador de la Libertadores resultara un equipo ya clasificado, se agregará otro club.

A la Sudamericana 2017 ingresarán el quinto, sexto, séptimo, octavo y noveno de la tabla, más el ganador de la Supercopa 2016. Si un equipo argentino resultase campeón de la edición 2016 obtendrá derecho automático para participar de la siguiente edición y se sumará otro conjunto nacional.

El campeón de este torneo de Primera División adquirirá el derecho a disputar la Supercopa Argentina contra el ganador de la Copa Argentina, para sumar otro trofeo más a las vitrinas.

Luego de larguísimas pretemporadas, hubo varios equipos que se reforzaron al por mayor. Boca trajo diez futbolistas, River rompió el chanchito con Lollo y Larrondo (más Mina, Moreira, Rossi y Bologna), Racing sorprendió con Orion, Independiente apostó por Gaby Milito en el banco y San Lorenzo repatrió a Fabricio Coloccini. En el Interior, Central apostó por Teo Gutiérrez y la continuidad de Chacho Coudet en el banco para intentar dar el batacazo que se le negó el último año.

Ya está todo listo. Tres semanas después de la fecha inicialmente prevista, la pelota empezará a rodar. Pese a la amenza de los jugadores de forzar una huelga y acompañar el reclamo de sus colegas del Ascenso, el miércoles se confirmó en la voz de Carlos Tevez que el fútbol, otra vez, se pone en marcha. El show, como siempre, debe continuar...