INTERNACIONALES
29 de mayo de 2014
El Mundial en Brasil: ¿lastre o trampolín para la reelección de Rousseff?
A la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, le interesa mucho el éxito de la Copa del Mundo, que se celebra a las puertas de las elecciones de octubre, cuando buscará la reelección.
La popularidad de Rousseff ha tenido muchos vaivenes en los últimos meses: cayó en picada tras las protestas de junio pasado, subió luego con un plan para llevar miles de médicos extranjeros a lugares remotos del país y promesas en salud y educación, y volvió a caer a inicios de año.
La última encuesta Ibope de mayo muestra a la presidenta con una recuperación de tres puntos,con 40% de intención de voto, pero a sus rivales ganando terreno y mejor posicionados. Para ganar en primera vuelta, el candidato precisa la mitad más uno de los votos válidos.
El senador socialdemócrata Aecio Neves -apoyado recientemente por el exastro Ronaldo, integrante del Comité Organizador Local de la Copa- alcanzó un 20% (6 puntos más que en abril) y el socialista Eduardo Campos 11% (5 puntos más).
¿Estará ligado el destino político de la mandataria al de la Seleçao, como muchos sugieren?
Aunque una desmesurada presión se cierne sobre el equipo de Neymar estos días, los analistas insisten en que el resultado de la Copa nunca influyó en quién ganaría las elecciones.
Las derrotas de Brasil en el Mundial causan mucho malhumor, pero no impidieron una amplia victoria del oficialismo: la reelección del socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1998), y el regreso del Partido de los Trabajadores (PT) al poder de la mano de Rousseff (2010). En 2002, Brasil ganó la Copa y el candidato oficialista perdió ante el entonces opositor Lula.
“Copa del Mundo es una cosa y elección otra, solo que ahora el Mundial ocurre aquí”, destaca el director de la consultora Prospectiva André Cesar.
“Si el gobierno pierde el control, vuelven las protestas, ocurren incidentes o fallas, queda debilitado de cara a las elecciones. De otro lado, si al término del evento Brasil es elogiado por su organización, eso puede ser una propaganda muy buena”, señala.
La propia Rousseff así lo cree: “Brasil puede ser campeón, y yo perder la elección.Brasil puede no llegar hasta ahí, y yo ser reelecta. Una cosa no está ligada a la otra. Pero no tengan duda de que voy a hinchar mucho para que Brasil sea campeón”, ha dicho.
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