A menos de dos semanas de su reunificación y después de su primera reunión con el Gobierno, la CGT comenzó ayer el conteo regresivo hacia un plan de lucha que incluiría una huelga general contra la política socieconómica de la administración de Mauricio Macri, si es que en su transcurso no hay cambios que hoy por hoy los planes oficiales no contemplan.

Así quedó demostrado por los hechos y por los dichos que enmarcaron la reunión del trío de ministros encabezados por el de Trabajo, Jorge Triaca, con el triunvirato cegetista que integran Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.

“Después de hoy (por ayer) se está más cerca que ayer (por el jueves) de un paro nacional”, reconoció ante este diario quien es quizás el principal operador sindical peronista desde hace tres décadas, tras la reunión en el piso 18 del Ministerio de Trabajo.  

Los hechos que precedieron y siguieron al encuentro son tan elocuentes como las declaraciones de unos y otros sobre la profundidad de las diferencias entre el Gobierno y la CGT unificada. 

La foto conjunta alrededor de la mesa antes del inicio no tuvo su correspondencia al final de una reunión que duró apenas 40 minutos: de la conferencia de prensa en el auditorio del piso 17 participaron sólo los tres ministros, cuando de haber habido algún acuerdo de fondo habría contado también con algún triunviro cegetista, como había trascendido inicialmente.

Foto:El secretario general de UTE y de CTA Ciudad, Eduardo López.

Por el lado de la CGT fue finalmente Schmid, y de apuro, quien en la vereda de la avenida Alem accedió finalmente a hablar.

“Tenemos posiciones encontradas con  los diagnósticos que tiene el Ejecutivo”, fue la primera evaluación del  “moyanista”. Después buscó atenuar: “No nos vamos ni conformes ni contrariados; hicimos una gestión y esperamos ver los resultados, que todavía no están”.

¿Qué harán si esos resultados no llegan? Su respuesta, como ha sido la de todos desde la semana pasada, fue “ir agotando todas las etapas” hasta el Comité Central Confederal, el “parlamento de los trabajadores”, que se reunirá el viernes 23: “Si llegamos a esa fecha sin respuesta, se decidirán los cursos de acción”.

Plan de lucha, con paro nacional incluido, reconoce Schmid, al igual que los otros dos triunviros, los “massistas” Daer y Acuña. Este sector se reunirá el martes próximo para hacer su propia evaluación, dijo una fuente sindical.

Las etapas a agotar son, por un lado, los resultados que puedan tener las “comisiones de trabajo” que, al mejor estilo de dilación peronista, se conformarán a propuesta del Gobierno para tratar asuntos relacionados con las obras sociales, como los proyectos para reformar la ley de riesgos de trabajo y para el de primer empleo.

También una reunión con el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, para ver los cambios a Ganancias y una “compensación”, dijo Schmid, por el desfase entre los aumentos de paritarias y la inflación, que en el mejor de los casos sería sectorial, aunque “sin reapertura de paritarias”, ratificó Triaca.

“Pero de ningún modo -advirtió el dirigente cegetista-vamos a ser nosotros los que vamos a pagar ese desfasaje”, es decir, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios que se produjo.

Otra “etapa” por agotar será una reunión con el Presidente, aún sin fecha, al igual que otras con cámaras empresarias y con movimientos sociales.

Un recorrido que insumirá los próximos 20 días hasta llegar a la instancia definitoria del confederal.