DEPORTES
13 de septiembre de 2016
San Lorenzo le ganó a Banfield y se clasificó a los octavos de final
Caruzzo, Blandi (2) y Cauteruccio marcaron los goles de San Lorenzo y descontó Soto; a dos minutos del final, Torrico le atajó un penal a Silva que podría haberle dado la clasificación al Taladro.
Un Ciclón en el primer tiempo, y a aguantar el vendaval en el complemento. Así fue San Lorenzo, que mostró su poderío en el arranque y después se entregó a un rosario de rezos. Entre el viento y el empuje de Banfield, el conjunto de Boedo terminó debajo de uno de los arcos del Bajo Flores para sostener el 4-1 de la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana (había perdido 2-0 en la ida). Nicolás Blandi, por duplicado, Matías Caruzzo y Martín Cauteruccio anotaron los tantos en ese lujoso primer tiempo, en el que descontó Alexis Soto. Pero la historia terminó de revertirse a tres minutos del final, cuando Torrico volvió a tener una respuesta divina para frustrar un penal ejecutado por Santiago Silva y para evitar que el Taladro hiciera pesar los goles de visitante. Voló con el Cóndor.
La aparición del arquero fue clave para acceder a la siguiente instancia (va con el ganador de Emelec de Ecuador-La Guaira de Venezuela, que se define esta noche). Supo aparecer en las instancias decisivas Libertadores 2014. Lo repitió en este inicio dubitativo en la Sudamericana. Ojo, él también fue parte de los titubeos: si bien cumplió un buen partido, se quedó quieto ante un centro que cayó a los 41’ del ST y que Brian Sarmiento casi conectó gracias a su viveza y a la ayuda del viento. Al mediocampista sólo lo detuvo un agarrón de Emmanuel Mas. Penal clarito, y el 4-1 tambaleando en el marcador. Silva se hizo cargo de la pena máxima. Tomó carrera y remató ligeramente a la izquierda, a media altura, justo hacia donde voló el Cóndor para rechazar el fantasma. Claro, se festejó como si hubiera sido el quinto gol...
Ese cierre no guardó relación con aquel comienzo. Allá lejos, en el primer tiempo, San Lorenzo –obligado por la caída en el sur– le hizo honor a su apodo y los gritos no tardaron en llegar. Primero, Caruzzo le ganó la posición a Gonzalo Prósperi y, con un testazo, convirtió el primero de la noche, a los 3’ de la etapa inicial. Iban apenas 6’ cuando el local armó una linda combinación por la derecha (participaron Ortigoza, Corujo, Blanco y Cauteruccio) y Blandi cabeceó el rebote sobre la línea de gol para el 2-0. Y a los 10’, otro tiro de esquina de Belluschi (desde la izquierda, esta vez) parecía fácil para Hilario Navarro. Sin embargo, el arquero no logró controlarlo y le dejó servido el 3-0 a Blandi.
Pintaba para ser un baile. Pero el Ciclón se relajó y dejó de soplar fuerte. Banfield, que encontró fuerzas en Erviti y en Asenjo, avisó con un tiro libre de Sperduti que se estrelló en el travesaño. Después, Soto no perdonó y colocó el 3-1 a los 25’. El tanto de visitante inclinaba la historia del lado del Taladro. Por eso, los de Boedo se sintieron tocados. Reaccionaron con la sabiduría de Ortigoza, que pinchó la pelota, y con una pirueta de Cauteruccio, que de chilena clavó el 4-1 a los 38’.
Lo que vino en el segundo tiempo se pareció cada vez más a la escena final: un cabezazo apenas desviado de Cobo, una definición deficiente de Merlini, un remate de Sperduti en el palo y once hombres en su propio campo luchando contra el rival y contra las condiciones adversas. Parecía que el viento torcía la historia. Pero Torrico respondió al llamado y volvió a ser héroe.
Tèlam
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