Viernes 22 de Noviembre de 2024

Hoy es Viernes 22 de Noviembre de 2024 y son las 16:25 -

23.4°

SALTA

POLITICA

21 de septiembre de 2016

Ir a la raíz del problema de la migración pidió el Card. Parolin en la ONU

Durante la cumbre, la Oficina del Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, guiada por monseñor Bernardito Auza, organizó un encuentro sobre el tema: “El papel de las organizaciones religiosas frente al gran movimiento de migrantes y refugiados”.

Durante la cumbre, la Oficina del Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, guiada por monseñor Bernardito Auza, organizó un encuentro sobre el tema: “El papel de las organizaciones religiosas frente al gran movimiento de migrantes y refugiados”. Abrió los trabajos el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano que intervino sobre el tema: “No dejar a nadie atrás: transformar las palabras en acciones compasivas y proféticas”. 

La intervención del cardenal Parolin se basó en dos aspectos: por un lado la necesidad de ayuda humanitaria, y por el otro la necesidad de ir a la raíz misma del problema para ver dónde comienza la migración, o cuánto las condiciones económicas o conflictos empujan a las personas a desplazarse. 

“No hay que perder de vista –dijo el cardenal Parolin- que las personas tienen nombres y rostros y van más allá de las estadísticas. Los refugiados necesitan nuestra protección y también necesitan que se respeten sus derechos, así como la necesidad de la solidaridad y la compasión”. 

“La causa principal de la crisis migratoria actual –recalcó- es obra humana: es decir, las guerras y los conflictos. Dado que las decisiones humanas provocan conflictos y guerras, está a nuestro alcance y es responsabilidad nuestra afrontar las causas fundamentales que llevan a millones de personas a convertirse en refugiados, migrantes forzados y desplazados internos. La Santa Sede aboga por un compromiso común por parte de los distintos gobiernos y de la Comunidad internacional para poner fin a todas las luchas, el odio y la violencia y buscar la paz y la reconciliación y sigue estando firmemente convencida de que, como Francisco ha declarado a menudo, el camino para resolver las cuestiones abiertas pasa a través de la diplomacia y el diálogo”. 

El Secretario de Estado recordó que en los últimos años la persecución religiosa se había convertido cada vez más en causa de desplazamiento. “A pesar de que otros grupos son objeto de ella, muchos informes confirman que los cristianos son, con mucho –dijo- el grupo religioso más perseguido a la hora de hablar de “limpieza étnica-religiosa”; es lo que el papa Francisco llama “una forma de genocidio”. Algunos de los perseguidos, incluso en los países de asilo, se enfrentan el acoso en los lugares destinados a los refugiados. No podemos abandonarlos.” 

También se refirió al documento preparatorio de la reunión en el que se constataba que la disponibilidad y el uso de armamento de tecnología de impacto reducido había dado lugar a la propagación de los conflictos, especialmente en los países y las sociedades en las que el estado de derecho es frágil y la pobreza está muy extendida y al respecto afirmó que la Santa Sede había solicitado en repetidas ocasiones que se limitase y controlase estrictamente la fabricación y venta de armas, allí donde estuviera presente la probabilidad de su uso ilegal e indiscriminado porque la proliferación de cualquier tipo de armas agrava las situaciones de conflicto y da como resultado enormes costes humanos y materiales, causa grandes desplazamientos de refugiados y migrantes y socava profundamente el desarrollo y la búsqueda de una paz duradera. 

“Abordar las causas fundamentales del desplazamiento de los pueblos requiere fuerza y voluntad política –dijo el purpurado- Como el papa Francisco afirmó significaría repensar hábitos y prácticas arraigadas, empezando por las cuestiones relacionadas con el comercio de armas, el suministro de materias primas y de energía, las inversiones, las políticas de financiación y el desarrollo sostenible e, incluso, el grave flagelo de la corrupción”. 

El cardenal Parolin reiteró que la Santa Sede se siente obligada “a llamar urgentemente la atención sobre la condición de los migrantes que huyen de situaciones de extrema pobreza y de degradación ambiental. Como no están reconocidos por las convenciones internacionales como refugiados y por lo tanto no gozan de ninguna protección legal en particular, sus sufrimientos son muy grandes y son más vulnerables a la trata de personas y a diversas formas de esclavitud humana”. 

“Por esta razón, en nuestros esfuerzos para enfrentar con eficacia las causas fundamentales de los grandes movimientos de refugiados y otros migrantes forzados –concluyó- también debemos luchar por eliminar las causas estructurales de la pobreza y del hambre, lograr resultados más sustanciales en la protección del medio ambiente, asegurar un trabajo digno y productivo para todos, proporcionar acceso a una educación de calidad, y dar protección adecuada a la familia, que es un elemento esencial en el desarrollo humano y social”. 

Según fuentes del Alto Comisariado de la ONU para los refugiados, a fines de 2015 se alcanzó una cifra de 65,3 millones de evacuados; un número “jamás registrado antes”, con un aumento de más de cinco millones respecto al año anterior. Además, los migrantes en el mundo suman más de 244 millones. 

En total, hay 21,3 millones de refugiados, 3,2 millones de personas que solicitan asilo, además de 40,8 millones de migrantes. Según la definición del departamento de las Naciones Unidas, los refugiados son personas que se vieron obligadas a abandonar su tierra a causa de un conflicto armado en curso, o por ser víctimas de persecuciones; por otra parte, los migrantes son personas que decidieron dejar su país en busca de una vida mejor. 



COMPARTIR:

Comentarios

Escribir un comentario »

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!