AGROPECUARIA
9 de junio de 2014
La devaluación contrarresta la suba de los costos
Descontando retenciones, el tipo de cambio que hoy reciben los productores es de $ 6,14 por dólar. La siembra del cereal creció 23% respecto del año pasado.
La siembra de trigo en la Argentina avanza a ritmo lento por el régimen de lluvias, que demoró el avance de las tareas en los campos. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, al viernes pasado se había cubierto casi 12% del área destinada al cereal, que fue en la historia y es en la actualidad, un alimento básico y popular.
Algunos de los productores que pudieron elegir si sembrar o no el cereal –porque para otros, por su ubicación geográfica, no se trata de una opción sino de la principal apuesta del año– encontraron en la devaluación de principios de año el empujón decisivo.
Un tipo de cambio oficial que se instaló por encima de los $ 8 por dólar y que el viernes se ubicó en los $ 8,15 les permitió a los productores hacer sus cálculos a cosecha, es decir, cuando podrán vender la producción, con un resultado por encima de los costos de los insumos y las labores, contemplando además, un marco de rentabilidad.
Así lo asegura un estudio publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario en su informativo semanal, que lleva las firmas de Julio Calzada y Sofía Corina, y dice que “la evolución del tipo de cambio de referencia parece terminar ayudando a las cuentas del productor argentino en la actualidad”. Según sus cálculos, el tipo de cambio de referencia (descontado los derechos de exportación) “asciende a $ 6,14 por dólar”. Pese a que alertan que habrá que esperar a ver cual es la relación que regirá al momento de cosechar el trigo, “el análisis actual permite intuir que la mejora en el tipo de cambio de referencia resulta indispensable para equilibrar los fuertes aumentos en dólares” de los insumos y costos.
Los especialistas analizaron la evolución de los costos y precios de venta del trigo en los últimos 11 años para concluir que, mientras el tipo de cambio de referencia que percibía el productor de trigo en mayo de 2003 era de $ 2,20 por dólar, es decir que el incremento puntual entre 2003 y 2014 fue del 179%, incluyendo la devaluación de 2014.
En igual período, explican, los insumos y costos registran aumentos de entre 122% y 175%, en dólares. Los ítems incluidos son la semilla de trigo fiscalizada, fertilizantes y el Herbicida 2,4-D. También incorporaron labores y el flete corto y largo, según valores de la revista “Márgenes Agropecuarios”.
Con precios que entre 2003 y 2014 casi se duplicaron –pasaron de u$s 102 la tonelada a u$s 200 esperados a noviembre–, sin acomodar el tipo de cambio la actividad se hubiese resentido enormemente, al punto de hacerse inviable, ya que los costos en dólares subieron muy por encima de los precios.
A pesar de que la consecuencia de la política monetaria oficial en 2014 le dio sin dudas un impulso a la siembra de trigo, que será 23% mayor que el año pasado, los autores del análisis recuerdan que hace 11 años “luego de la traumática crisis de 2001 con la salida del plan de convertibilidad y la fuerte devaluación del peso argentino; en la campaña 2003/04 los productores argentinos sembraron cerca de 6 millones de hectáreas con trigo”.
Actualmente, a la suba de los costos en dólares se le añade el control de la exportación del trigo desde 2006, que desincentiva la siembra, dicen en el campo, porque resiente la competencia. Respecto de este punto, existe más expectativa en un cambio de rumbo de esa política, con este Gobierno o con otro, que esperanza en saldar la discusión dicotómica sobre mercado interno o exportación.
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