POLITICA
11 de junio de 2014
Cristina se mostró con Boudou
Durante el día de mayor repercusión local e internacional del caso Ciccone, la presidenta Cristina Kirchner encabezó ayer el acto de inauguración del Museo Malvinas Argentinas escoltada en primera fila por el vicepresidente.
En el Gobierno explican que la Presidenta reiterará ese gesto por dos factores: Boudou envió mensajes de advertencia a funcionarios y empresarios luego de declarar; además, su caída sería grave institucionalmente.
"Envió metamensajes y amenazas a diestra y siniestra. El hilo conductor es que no le suelten la mano porque puede involucrar a cualquiera en la causa", confió a la nacion un alto funcionario de Balcarce 50.
Las advertencias que enumeran son tres:
En otros tiempos, un funcionario que revelara las peleas internas dentro del Gobierno podía sufrir un destierro muy prolongado de la Presidenta. Sin embargo, Boudou denunció por la mañana los "internismos" siempre negados en la Casa Rosada y, sin embargo, Cristina lo arropó a su lado por la tarde.
El vicepresidente dijo que había declarado sobre la parte "técnico-jurídica" del caso, pero que se había "guardado" las "cuestiones políticas para otra instancia".
Además, Boudou le pidió al juez federal Ariel Lijo investigar "la ruta del dinero". Interpretan en el Gobierno que apuntó al banquero Jorge Brito, del Banco Macro, y al empresario Raúl Moneta, otrora cercanos al kirchnerismo, que habrían participado del financiamiento de la operación de compra de Ciccone.
Por otra parte, si bien dijo ante el juez que el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, actuó correctamente, el vicepresidente también subrayó que todas las atribuciones administrativas para salvar o no de la quiebra a Ciccone estaban en manos del propio Echegaray.
"En realidad, todo termina en Néstor Kirchner, que ordenó la operación. Hasta allí podría llegar", reafirmó ayer a la nacion un funcionario de Balcarce 50.
La interpretación en la Casa Rosada es que al denunciar "internismos" Boudou se refirió al secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y a los ministros de Planificación, Julio De Vido, y del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Siempre creyó que ellos lo desgastaban en las sombras.
En la inauguración del Museo Islas Malvinas se pudo advertir algo de ese "internismo". Mientras Cristina Kirchner recorría el edificio, los ministros la esperaron detrás de una mampara del estrado. Durante esos largos minutos, Boudou conversó animadamente con el titular de la Secretaría de Inteligencia (SI), Héctor Icazuriaga, y luego se sumó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Cerca de ellos, pero ostensiblemente separado, estaba Zannini con otro grupo de ministros: el de Educación, Alberto Sileoni; la de Seguridad, Cecilia Rodríguez, y el titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina.
Fuente: La Nación
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