De golpe, se hizo la luz. Brasil, que poco más de un mes atrás se encontraba inmerso en un mar de dudas, ya mira a todos desde arriba. Es que, desde la llegada de Tite (reemplazó a Dunga en el banco), la verdeamarela sólo sumo de a tres. Anoche acumuló el cuarto triunfo, al derrotar por 2-0 a Venezuela en su visita a Mérida. En consecuencia, aprovechando el empate de Uruguay, el pentacampeón mundial lo superó en la cima de la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas, con 21 puntos.

La ausencia de Neymar, la figura excluyente de este seleccionado, había abierto un interrogante. Sin embargo, esa baja tampoco lo hizo amainar el ritmo. A los 7 minutos, Gabriel Jesús abrió la cuenta, dándole una vez más la razón a su entrenador, que se la jugó por él como 9 después de muchos años sin un referente claro en el área. Ya en el segundo tiempo, a los 8’, Willian aumentó. Así, sin despeinarse, Brasil sacó la ventaja y luego se dedicó a mantenerla a pura posesión.

La consumación de la nueva victoria solamente debió sortear a un adversario inesperado: el corte de luz. Sí, una vez más la red eléctrica falló en suelo vinotinto, lo que obligó a suspender el encuentro durante 22 minutos. Una vez reanudado ya no hubo trabas para desatar el festejo.

La próxima estación de este Brasil renacido y puntero consistirá en recibir a la Argentina en Belo Horizonte. Por ahora, la mira desde bien arriba.