Internet no funcionó al principio, en uno de los debates más interesantes de IDEA.

En el panel interactivo, con preguntas confusas que se formulaban a través de la web, pero con respuestas que se abrían al debate, se coincidió en que la corrupción es un drama generalizado que abarca a casi toda la sociedad y que la Argentina necesita liderazgo y un profundo cambio cultural. Eso sí, la amplísima mayoría votó a mano alzada que confía que Mauricio Macri va a combatir ese flagelo. En ese momento, Walter Kugler, ingeniero agrónomo y dueño de un semillero de maíz, sugirió que levantara la mano quien desconfiaba de la acción del Gobierno. Un empresario hizo hincapié entonces en “los sobornos del pago chico, que abarcan desde el portero al empleado municipal que demora los trámites”. Y eso fue lo que tomó Cristiano Rattazzi para enfatizar que si hay que buscar un puente hacia el futuro debe ser cultural.

El presidente de Fiat lo expresó en estos términos: “Desde el impuesto al cheque que invita a la pyme a pasar a la informalidad, al trámite que sabemos que demora un día y tarda meses y entonces le preguntamos al oficinista cómo puede solucionarnos el problema, la corrupción está en muchas partes. Se necesita una batalla cultural”.

Antes, Miguel Arrigoni, de la financiera FIRST, señaló: “Nos hemos acostumbrado tanto a la corrupción en la Argentina, que ya no sabemos dónde queda”. Marcelo Salas Martínez (Café Martínez) saltó entonces: “Debemos preguntarnos si nosotros estamos dispuestos a terminar con la corrupción”. Novaresio interpeló a la sala y todos votaron sí.

Fue Guillermo Lipera, presidente del Colegio de Abogados, quien intentó poner las cosas en contexto: “Hace un año estaba en riesgo hasta la propiedad privada y hace muy poco la Corte falló no acorde a derecho con las tarifas públicas”. Curiosamente, fue el presidente de Edesur, Maurizio Bezzeccheri, quien salió en defensa del máximo tribunal: “Fue un fallo que permitió la realización de audiencias”.

A diferencia de los años del kirchnerismo, el cambio de clima político fue muy evidente en este panel con participación con nombre y apellido. Impensable un año atrás. A la primera pregunta sobre el impacto de la transparencia, Jaime Campos (Asociación Empresaria) resaltó que “nadie imaginó este avance bestial en reforzar las instituciones”.

Consultados sobre el rol del Estado en la economía la mayoría se inclinó por el de articulador y desarrollista. Y en lo que muestra la distancia con el kirchnerismo, apenas apareció la palabra “progresista”. Eduardo Amadeo, diputado por Cambiemos, contó sobre las presiones desde derecha a izquierda sobre el gobierno para enfatizar que Macri eligió el camino del medio para garantizar la gobernabilidad. “Por eso el déficit público llega al 5% en el presupuesto”, dijo.

En cuanto al papel de los empresarios, lo elegido fue generar riqueza y asumir riesgos. “En las opciones falta que también tenemos que pagar impuestos”, dijo a viva voz un asistente, tal vez el único que no se identificó, ante risas nerviosas en la sala.

Fuente:Silvia Naishtat