ECONOMIA Y POLITICA
17 de octubre de 2016
Buscan que los gremios acepten inflación de 37%
El Gobierno se prepara para la última batalla económica importante de 2016. Y se prepara para darla también en 2017.
El Gobierno se prepara para la última batalla económica importante de 2016. Y se prepara para darla también en 2017. Superado, al menos por el momento la amenaza del primer paro general contra el macrismo y su política económica, ahora el oficialismo se propone continuar las negociaciones con la misión de no abrir las paritarias ya cerradas para este año. Y, posteriormente, preparar la discusión para que aumentos salariales para 2017 se ubiquen levemente por encima del 20%, y que estén en sintonía con la inflación esperada del 17% que el Gobierno propuso para el Presupuesto.
"Estamos ganando uno a cero en el primer tiempo. Queremos cerrar el partido con una victoria en el segundo".
La fuente oficial utiliza la metáfora para graficar cómo se siente el oficialismo después de haber cerrado las negociaciones la semana pasada con el triunvirato de la CGT, alejando la sensación de paro general. Según el funcionario, la "consolidación" de la victoria es que los principales gremios del país dejen de presionar por la reapertura de paritarias. Para esto es imprescindible que el sector gremial acepte la teoría del Gobierno sobre que la inflación 2016 no llegará al 40% y se ubicará cerca del 37%, o incluso menos.
El optimismo oficial se basa en que la inflación de septiembre finalmente fue de 1,1%, con un alza de precios "núcleo" (la estructural) del 1,5%. Si bien para octubre se espera que el alza sea mayor (no menos de 2,5%) debido al impacto que tendrá el demorado primer incremento en las tarifas de gas, para los últimos dos meses del año el Gobierno espera que la variable esté dominada en el 1,5% mensual.
Con los datos finales de octubre y comenzado noviembre, la idea es convencer al sindicalismo argentino que entre el aumento salarial promedio de 35% y la inflación final proyectada para el año (37%) no hay grandes diferencias. Nada que no se solucione con un oportuno bono de fin de año negociado de manera independiente.
La discusión se trasladará luego a los primeros meses de 2017, donde el oficialismo quiere que se aceleren en el tiempo las negociaciones paritarias, especialmente las de los sectores públicos (incluyendo los provinciales), y que los incrementos salariales se ubiquen levemente por encima del 20% (o incluso menos). Y que los gremios tomen como válida la proyección de una inflación anual de 17% tal como figura en el presupuesto.
Si se lograra esta aceptación (algo difícil por estos tiempos), desde el oficialismo se asegura que el 2017 comenzará con una pequeña gran victoria económico- política; y que se despejará una de las incógnitas más importantes para los privados para el próximo ejercicio. "Nada mal para comenzar un año electoral", se entusiasma la fuente.
Fuente:Carlao Burgueño
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