AGROPECUARIA
18 de octubre de 2016
Mejoró mucho el perfil exportador del girasol argentino
Pero el primer cliente sigue siendo el mercado interno. En 2017 podría cambiar esa situación.
En los últimos dos años del régimen kirchnerista el girasol se transformó en un cultivo pesificado. Este año el perfil exportador de esa oleaginosa mejoró mucho con la eliminación de las retenciones. Pero aún le falta bastante para volver a ser lo que alguna vez fue.
En el primer semestre de 2016 –según los últimos datos oficiales disponibles– el porcentaje de toneladas equivalentes de aceite de girasol destinadas al mercado interno fue del 60% de la producción. Se trata de una performance más destacada que la presente en el mismo período de 2015 (86%) y 2014 (81%). Pero aún sigue lejos de la proporción del 31% vigente en enero-junio de 2009 (último año en el cual el perfil del cultivo era preponderantemente internacional) (ver cuadro).
Además de destinarse mayoritariamente al mercado local, el gobierno macrista decidió continuar con la intervención del comercio interno de aceite de girasol instrumentada por el kirchnerismo desde 2010 por medio de un fideicomiso que estableció un sistema de “autocompensación privada” (eufemismo para indicar que el subsidio público es afrontado por el sector agroindustrial).
Ese esquema determina que el 1,2% del monto de todas las exportaciones argentinas de poroto de soja y de pellets/harina de soja y de girasol pasan a integrar el “fideicomiso aceitero”, por medio del cual se financia el subsidio a los aceites comestibles destinados al consumo interno (en el caso de los pellets/harina, el 1,2% se aplica sobre el volumen de ambos productos medido en equivalente grano).
Gracias al aporte de ese fideicomiso privado –o subsidio forzoso dispuesto por el gobierno– la botella de 900 centímetros cúbicos de aceite de girasol Natura, que en cadenas de supermercados de la ciudad de Buenos Aires puede conseguirse actualmente un valor de 27,8 pesos, en la ciudad de Montevideo el valor de ese mismo producto es de 78 pesos uruguayos (una cifra equivalente a 42,3 pesos argentinos). Es decir: en condiciones de economía de mercado el aceite de girasol debería tener un valor minorista por lo menos 50% superior al vigente.
A partir del año que viene el perfil externo del cultivo de girasol debería mejorar gracias al incremento del saldo exportable: técnicos de la Bolsa d Cereales de Buenos Aires proyectan que la producción 2016/17 podría llegar a ser de 3,50 millones de toneladas, una cifra 40% mayor a la registrada en la campaña 2015/16.
Además se espera que el año que viene se reduzcan los problemas comerciales que surgieron a partir de la mezcla masiva de partidas de girasol alto oleico con girasol linoleico (“convencional”), lo que dificultó, en muchos casos, la posibilidad de realizar colocaciones en mercados internacionales.
Agencias
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