Una de cal y una de arena. Ese es el análisis que se desprendió ayer de la jornada de trabajo realizada en Mar del Plata y que reunió a políticos, empresarios y gremialistas, para analizar el anuncio que realizó el Gobierno sobre la posibilidad de eliminar los feriados puente en 2017.

Lo positivo es que, de acuerdo a lo adelantado por el ministro de Educación Esteban Bullrich, las clases comenzarían el 6 de marzo, tal como pidieron desde la ciudad turística. El reclamo se apoyaba justamente en que con el inicio de clases a fines de febrero, se perdía una gran cantidad de turistas en plena temporada veraniega.

El debate fue convocado por el Frente Renovador local y se desarrolló en el Consejo Deliberante local, con la presencia de representantes de cámaras empresarias vinculadas al turismo, dirigentes gremiales, funcionarios y concejales, quienes acordaron solicitar al Gobierno nacional que reconsidere la decisión de eliminar los feriados puente.

"En esta causa estamos todos unidos para defender los intereses de la ciudad", dijo el titular del bloque massista, Lucas Fiorini.

"Los fines de semana largo son una fuente de ingresos fundamental para la ciudad que debemos defender entre todos", sostuvo Fiorini, y acompañó sus dichos con datos oficiales que hablan de lo que representa para la economía local la existencia de esas fechas.

Bullrich había anunciado la fecha estimada para el inicio del ciclo lectivo en 2017 en una de sus visitas a Mar del Plata. Si bien no está establecido oficialmente, la intención es eliminar esos días algunos días no laborables para alcanzar el objetivo de cumplir con los 190 días de clases.

La disyuntiva está planteada y preocupa a los marplatenses. Para el concejal Alejandro Carrancio, presidente de la Comisión de Turismo del Concejo Deliberante y uno de los organizadores de de la jornada de trabajo, "se debe encontrar la justa armonía entre el calendario escolar y las ciudades que dependen de la actividad turística".

Si bien este año hubo una caída estrepitosa tanto de visitantes como del nivel de consumo, perder la chance de generar ingresos clave para la ciudad es lo que quieren evitar. Se calcula que unos 380 mil turistas visitan "la feliz" durante los feriados puente, y generan un gasto aproximado de 800 millones de pesos.