Mejorar la productividad de las economía -hoy en niveles de los años 70- sin esmerilar el salario de los trabajadores. De esta manera, ser más competitivos para poder salir al mundo a vender y pensar el largo plazo. Son las palabras, más o menos, que repite como el Plan Productivo Nacional, nacido de las entrañas del Gobierno, ideado por uno de los coordinadores de Jefatura de Gabinete, Mario Quintana, y ejecutado por el ministro de Producción, Francisco Cabrera.

¿Cómo abaratar el costo del salario para las empresas sin modificar el poder de compra de los trabajadores? El primer paso para el Gobierno fue comenzar un proceso de baja de inflación. Pero las compañías privadas reclamaron, por lo menos, dos vías más: primero, incrementar la eficiencia del capital y el trabajo gracias a pequeñas modificaciones en los convenios laborales sector por sector. Segundo, frenar los juicios laborales para bajar las alícuotas que las aseguradoras cobran a las empresas.

El Gobierno intenta cambiar convenios y terminar con los juicios laborales. Foto: Archivo

"Esto es lo que viene", afirmó el abogado laboralista Julián De Diego, también representante legal de la Cámara de Empresas de Operaciones Especiales (Ceope) del sector petrolero, que el 20 de octubre dio un puntapié para atar salarios o bonos no remunerativos a nuevas modalidades de producción. "Ahora se van a discutir cláusulas de productividad más salarios", confirmó el especialista y agregó: "La idea es modificar algunas modalidades de trabajo que representaban un costo alto y que ahora lo reducen".

"Hay que mejorar la productividad para mantener las dotaciones y evitar despidos", completó el especialista. En la abundancia, la mejora de la productividad no es un dilema. Por eso, el actual contexto de recesión beneficia este tipo de negociaciones. Dentro de las mismas se acercarán discusiones en las que parte de lo negociado por aumentos de salarios estará vinculado al presentismo, por ejemplo. Es otro de los reclamos de los empresarios argentinos.

Además, el Gobierno envió hace dos semanas al Senado un proyecto para hacer más eficiente el sistema de riesgos de trabajo. Busca terminar con la industria del juicio. Ese negocio crece sin parar desde 2003 pese a que los accidentes y enfermedades decrecen. Los costos los pagan las empresas y el empleo.

Fuente:Francisco Jueguen