MUNDO
19 de junio de 2014
España tiene un nuevo rey, Felipe VI “es un gran soplo de aire fresco”
MADRID.-Felipe VI de Borbón se convirtió en el nuevo rey de España este jueves a medianoche, con la difícil misión de devolver la legitimidad a la monarquía y preservar la unidad del país ante el independentismo catalán. Mira las fotos
Pocas horas antes, su padre, Juan Carlos I, había firmado la ley que autorizaba su abdicación, poniendo fin a 39 años de reinado que permitieron a España afianzarse como una democracia moderna tras la dictadura franquista, pero empañados en los últimos tiempos por los escándalos y la crisis.
El texto entró en vigor a medianoche (22H00 GMT del miércoles), antes de la proclamación oficial del nuevo monarca en una ceremonia este jueves por la mañana en el Congreso de los Diputados.
Con el uniforme de gala militar y luciendo el fajín de seda roja correspondiente a su nuevo papel de capitán general de los ejércitos, Felipe, de 46 años, asumirá el trono jurando fidelidad a la Constitución de 1978, ante los diputados y senadores reunidos en el Congreso.
La jornada, exclusivamente laica, sin invitados extranjeros y en ausencia del propio rey Juan Carlos -que quiso ceder el protagonismo a su hijo-, intentará combinar la sobriedad requerida por los tiempos de crisis y la proximidad con una ciudadanía que empieza a cuestionar la monarquía.
Recuperar el prestigio perdido es el difícil reto que se plantea a Felipe VI que, aunque dispone de popularidad, tendrá poco poder de decisión para abordar los grandes problemas del país.
El más urgente parece ser el desafío independentista en Cataluña, gran región del noreste cuyo gobierno regional convocó para el 9 de noviembre un referéndum al que Madrid niega validez legal.
“Ahora mismo los españoles esperan casi todo de él: esperan que arregle Cataluña, esperan que arregle el paro“, señalaba Cote Villar, periodista del diario El Mundo.
“Es un gran soplo de aire fresco” pero “hay un gran riesgo de decepción”, afirmaba, recordando que “al fin y al cabo sigue siendo un rey de una monarquía parlamentaria que no puede hacer mucho”.
Adiós a Juan Carlos
Su padre había sido recibido el miércoles por última vez con honores de jefe de Estado.
Visiblemente emocionado, Juan Carlos, de 76 años, que mantendrá de por vida el título honorífico de rey, recibió una gran ovación de los cerca de 160 asistentes a una breve ceremonia en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, reservado a los actos solemnes.
Con traje azul marino y corbata rosa y ayudándose de un bastón para andar, escuchó con los ojos empañados por la emoción la relectura del discurso con el que el 2 de junio anunció su decisión de abdicar.
Y tras firmar la ley de abdicación, aprobada por muy amplia mayoría en ambas cámaras del Parlamento pese a la oposición de partidos pequeños que piden elegir por un referéndum entre monarquía y república, abrazó efusivamente a su hijo, simbolizando el paso del testigo en la primera sucesión en la jefatura de Estado desde la restauración de la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.
Felipe VI pronunciará el jueves, tras la jura, su primer discurso como rey, que será analizado hasta el último detalle para saber cómo enfoca los desafíos del país.
Después presidirá un desfile militar, antes de recorrer en coche junto a la reina Letizia -la primera de España sin sangre azul- el centro de Madrid engalanado en su honor.
Cerca de 16.000 geranios, crisantemos, lirios y petunias decorarán las calles junto a centenares de banderas españolas rojo y gualda.
“Hay un aire de fiesta”, afirmaba el miércoles Carlos Tesorero, un madrileño de 60 años, que admiraba la fachada del Congreso, decorada con un enorme dosel rojo y oro con el escudo de la España constitucional.
Mañana vida nueva
“Parece más bien un partido de fútbol, mucha bandera”, bromeaba José Alberto Cajiros, un estudiante de 20 años, el día en que España era eliminada del Mundial de Brasil en una derrota ante Chile (2-0).
“Mañana, vida nueva”, exclamaba Enrique, empleado de 40 años, en un bar deportivo de Madrid, en referencia a lo que consideraba el inevitable despido del seleccionador español, Vicente Del Bosque, y al cambio de rey.
Una pantalla gigante en el centro de la capital retransmitirá en directo la proclamación del nuevo monarca, y se espera que unas 10.000 personas acudan a la Plaza de Oriente para ver a Felipe VI y Letizia cuando salgan al balcón del Palacio Real a saludar junto a Juan Carlos y su esposa Sofía.
Alrededor de 7.000 policías garantizarán la seguridad de la jornada. Pequeñas manifestaciones prorrepublicanas fueron convocadas en señal de protesta pero las autoridades las prohibieron.
Una recepción con 2.000 invitados y embajadores extranjeros cerrará la jornada.Fuente:AFP
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