Boca acusó el cimbronazo del golpe por la eliminación de la Copa Argentina. Como había sucedido antes, en la caída frente a Independiente del Valle en las semifinales de la Libertadores, es de esperar que la derrota ante Rosario Central también traiga consecuencias. Lo que ocurrió en el estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba, tuvo un efecto expansivo que otra vez alcanzó con fuerza a Carlos Tevez , quien hoy no se entrenó (solo hizo trabajos de kinesiología) y se retiró antes que el resto del plantel del complejo Pedro Pompilio, sin que se conociera un parte médico. De todas maneras, fue convocado para el domingo ante Gimnasia. Como había ocurrido tras los cruces con los ecuatorianos, en julio, otra vez la continuidad del ídolo aparece envuelta en un interrogante.

La tristeza de Carlitos había sido tan profunda tras la eliminación frente a los ecuatorianos que había pedido tres días de licencia para replantearse su presente y, sobre todo, su futuro. "Está golpeado y dolorido, pero va a seguir con nosotros", había asegurado en aquella ocasión Guillermo Barros Schelotto. El impacto por otra meta no alcanza en pocos meses vuelve a ser una zancadilla en la motivación de Tevez.

Desde su vuelta de Europa, su principal anhelo era la conquista de la Copa Libertadores, torneo que había conquistado en 2003 con el equipo que dirigía Carlos Bianchi. Ese objetivo quedó trunco este año y será imposible para el año próximo, ya que Boca no se clasificó al torneo sudamericano más importante. Con la modificación de la Conmebol de hacer del torneo una competencia actual, el sueño de alzar el trofeo aparece recién en la última parte de 2018. Un futuro demasiado lejano para un presente tan doloroso de Tevez, que viene acusando el desgaste que le genera el Mundo Boca en particular y las exigencias de un club del que es hincha. Una entidad a la que quiso volver pese al gran momento que atravesaba en Juventus.

Cuando regresó a Boca a mediados del año pasado después de haber disputado la final de la Champions League con la Vecchia Signora, fue decisivo para la conquista del torneo y la Copa Argentina. Pero con el inicio del nuevo año su juego decreció. Por su jerarquía no dejó de aparecer como un futbolista decisivo, pero lejos de su mejor versión, la que supo mostrar y la que Boca necesita. De esta manera, cada eliminación fue mellando su entusiasmo en pos de nuevos objetivos en el camino xeneize.

El domingo, Boca visitará a Gimnasia con el peso a cuestas de la eliminación en la Copa Argentina, la desilusión de saberse sin competencia internacional en 2017 y el temor de que Tevez el año próximo ya no se calce la casaca azul y oro.

Los convocados para el partido ante el Lobo