La espera llegaría a su fin esta misma semana. Según planifican en el Ministerio de Hacienda y la Comisión Nacional de Valores, a más tardar el jueves se estaría enviando al Congreso la nueva ley que regula el mercado de capitales en la Argentina. Básicamente, la nueva legislación establece las condiciones para incentivar la apertura del capital accionario de las empresas, darles más volumen a las operaciones dentro de la Argentina y otorgar algunos incentivos impositivos para algunos productos, como los fondos cerrados de inversión que están surgiendo a propósito del blanqueo de capitales en marcha.

Hace por lo menos tres meses que se vienen realizando consultas desde el Gobierno a distintos "players" del mercado para recabar opiniones y diseñar un proyecto definitivo. A tres años de la sanción de la ley aprobada por el kirchnerismo, algunos puntos polémicos aprobados en 2013 serán removidos. En particular, aparece siempre el famoso "artículo 20", por el cual el Gobierno que entonces presidía Cristina de Kirchner buscaba que el Gobierno pudiera intervenir en empresas cotizantes en caso de irregularidades. Según entienden los distintos protagonistas del mercado, esa posible intromisión del Estado no hace más que alejar probables inversiones y ni hablar de la posibilidad de que una empresa opte por abrir su capital a la Bolsa.

La nueva legislación directamente elimina dicho artículo, pero avanza con otros temas bien relevantes para la atracción de inversiones en el mercado local. Entre los principales temas que incluye la nueva ley figuran los siguientes: 

• Se elimina la doble imposición para los fondos cerrados de inversión. Representa un fuerte impulso para uno de los principales instrumentos del blanqueo, ya que permite ingresar al sinceramiento fiscal sin pagar el 10% de impuesto especial. La ley dispone que los inversores no deberán pagar Impuesto a las Ganancias por su tenencia en el fondo, sino que recaerá directamente en sus cabezas. Se trata de un aspecto central para que se canalice dinero del blanqueo a actividades productivas, especialmente negocios inmobiliarios y energía.

• Habrá incentivos para la apertura de capital a través del mercado de capitales. Tanto los emisores como los inversores tendrán ventajas por participar en ofertas de acciones primarias, con condiciones mucho más favorables que las actuales.

Agencias