Por primera vez, el presidente estadounidense, Barack Obama y su sucesor Donald Trump, se reunieron hoy en la Casa Blanca, en un encuentro que se extendió durante más de una hora en el Salón Oval y que marcó el inicio del traspaso de mando.

Obama dijo al salir que  está “alentado'' por la conversación con Trump, dice que la reunión en la Oficina Oval fue “excelente''

Tras reunirse con Obama, el presidente electo partió hacia el Congreso para concretar una nueva reunión, esta vez con el presidente de la Cámara de Representantes y una de los principales líderes republicanos, Paul Ryan, con quien mantuvo serios contrapuntos durante la campaña electoral.

Pasadas las 11 de la mañana (13 hora argentina), se inició en el Salón Oval de la Casa Blanca, la primera reunión entre ambos líderes en ocho años de gobierno de Barack Obama.

En medio del clima marcado por el revés asestado a los demócratas, Trump llegó al encuentro luego de una campaña en la que anticipó que buscará acabar con el legado del actual mandatario en materia de inmigración, derogar su reforma de Salud y romper el acuerdo nuclear multilateral logrado con Irán en julio de 2015.

Una vez finalizado el encuentro, Obama y Trump en un clima ciertamente frío brindaron una conferencia de prensa, que finalizó con un breve apretón de manos.

"La prioridad número uno es facilitarle el traspaso para que tenga todo lo que necesita en esta etapa". FacebookTwitter

"La prioridad número uno es facilitarle el traspaso para que tenga todo lo que necesita en esta etapa" afirmó el actual mandatario que aseguró además que "ahora debemos trabajar todos juntos, vamos a hacer todo lo necesario para eso".

Por su parte, Trump anticipó que le pedirá consejos a Obama y precisó que durante la reunión de más de una hora y media "discutimos un montón de situaciones, algunos lindas, otras controversiales, pero fue un gran honor que me reciba".

Lo cierto es que este fue el primer encuentro en persona entre Trump y Obama después de las elecciones, que surgió por iniciativa del líder demócrata, quien ni bien se conocieron los resultados se puso a disposición de su sucesor.

En la agenda del presidente electo, al menos la que fue difundida públicamente, continuará con una nueva reunión de gran trascendencia para el futuro del Partido Republicano y para el futuro gobierno.

De esta manera, de la Casa Blanca, Trump se trasladó hacia el Capitolio, sede del poder legislativo, donde tiene previsto reunirse con el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y con el líder de la bancada mayoritaria de los republicanos en el Senado Mitch McConnell.

La importancia de esta reunión radica en que durante la campaña electoral, las principales figuras del Partido Republicano cuestionaron las polémicas declaraciones y continuos exabruptos del entonces candidato, Trump.

Las diferencias llegaron al punto que a principios de octubre, Ryan, el dirigente republicano que hasta las elecciones tenía el mayor cargo en Washington, declaró que no haría campaña junto y llamó a los postulantes distritales -gobernadores, senadores y diputados- a centrarse en las campañas locales para garantizar una buena elección parlamentaria.

En consecuencia, la reunión de hoy en el Capitolio definirá la hoja de ruta parlamentaria para los próximos años, pero sobre todo cuál será el ordenamiento puertas adentro del Partido Republicano.

Mientras Obama y Trump se reunían en la Casa Blanca, estaba previsto un encuentro entre la esposa de Trump, Melania, y la primera dama, Michelle Obama, reticente al primer plano de la política pero que tomó las elecciones de una manera "personal" y defendió con fuerza a la candidata demócrata, Hillary Clinton.

También hoy en la Casa Blanca, está previsto que se reúnan un poco más tarde, el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, y su sucesor, Mike Pence, que ya hablaron ayer por teléfono.

Después del triunfo en las elecciones del martes pasado, Trump mantuvo reuniones privadas con su asesores más cercanos, llamó a su familia, a sus seguidores y conversó con su compañero de fórmula, Pence, que se convertirá en el nuevo vicepresidente y en la persona encargada de asumir el mando si el presidente dimite o muere. 

Tèlam