El Gobernador acompañó a los fieles quienes fueron invitados por el arzobispo de Salta a comprometerse con el diálogo, la fraternidad y la comunión.

 
Centenares de fieles se congregaron esta tarde en la Catedral Basílica de Salta para participar de la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi), conmemorando la institución de la Eucaristía que Jesús realizó en la última cena, que constituye el centro de la liturgia y del culto de la Iglesia católica.

En los actos participó el gobernador Juan Manuel Urtubey quien, junto al ministro de Gobierno, Eduardo Sylvester, acompañó a la comunidad durante los festejos que se realizaron bajo el lema “Cristo te abraza en la Eucaristía, déjate alcanzar por la alegría”.

La celebración eucarística se inició a las 16 en el atrio de la Catedral y fue presidida por monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, quien a través del sermón invitó a los salteños a comprometerse con el diálogo, la fraternidad y la comunión.

“Nuestro Dios es un Dios cercano. No se olviden de nuestro Señor, recordarlo es recordar a alguien que siempre nos brindará la posibilidad de empezar de nuevo. Esta celebración es hacer presente a un Cristo que está vivo y entre nosotros”, expresó el arzobispo.

La procesión con el Santísimo Sacramento se realizó por las principales calles de la ciudad a partir de las 17. Partió desde calle España, pasando por 20 de Febrero, Caseros y Deán Funes para retomar nuevamente por España hacia la Catedral Basílica.

Participaron miembros de asociaciones y apostolados laicos, delegaciones de escuelas con sus abanderados, comunidades religiosas, seminaristas, sacerdotes, funcionarios provinciales y de seguridad. Finalizada la procesión los fieles recibieron la bendición de Dios impartida por Cargnello y despidieron cantando y con sus pañuelos al Santísimo, agradeciendo el don de la Eucaristía. 

Corpus Christi

La celebración del Corpus Christi se conmemora en todo el país y significa “la renovación de la fe en la presencia de Dios en la Eucaristía". Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.

La fiesta de Corpus Christi (Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo), se introdujo en occidente en el siglo XIII. A lo largo del siglo XIV se fue convirtiendo en una de las fiestas más apreciadas por el pueblo cristiano, incluida la procesión con el Santísimo por las calles de las ciudades. Recién en el siglo XV la procesión fue admitida por Roma.