Los Pumas cayeron en la última jugada del partido ante Escocia 19 a 16 producto de un penal del capitán escocés Laidlaw, que fue quién terminó de cerrar el partido que se le había negado minutos antes con nua penal en el palo y un drop fallado. Fue parejo, luchado y sin brillo, y allí Escocia hizo mejor los deberes y aprovechó las que tuvo para sumar.

El primer tiempo tuvo mucha lucha, batalla por cada metro y ahí, fue Escocia el que mostró estar más cómodo en el desarrollo del partido bajo esas condiciones. Los Pumas, muy complicados, con mucho esfuerzo para poco rédito. Tan solo ese penal de Nico Sánchez en el final de la etapa que dejaba un 6-3 para el local ajustado. No había sido mucho más Escocia, pero no dejó jugar cómodos a Los Pumas, que cayeron en el desconcierto al no poder concretar algunas jugadas y dilapidar otras.
En la primera parte del segundo tiempo se vio lo mejor del equipo argentino hasta acá en la gira. Confiado, avanzando con la pelota en mano, llevándose por delante al rival y anotando un try que provino de una gran jugada colectiva y un kick preciso de Juan Hernández que Orlando atrapó para irse bajo los palos.

Y hasta ahí, el dominio argentino. Si bien el scrum fue dominante otra vez, luego de esa jugada, el que tomó el control del partido fue el equipo escocés, que se fue a campo rival a buscar puntos, con limitaciones pero con convicción y más ganas.
Se instaló en territorio Puma y comenzó a anotar. Un try casi enseguida y después, penal para igualar las cosas.

Parecía que el partido se iba en parda, pero un penal para Escocia a tres del final terminó con Laidlaw fallando, la pelota que dio en el palo, Escocia la recuperó y tras varias fases, Russell erró un drop que le tapó Montoya... 

Parda entonces... Pero no.
Tiempo cumplido. Scrum para Los Pumas. Sale la pelota, Hernández es atrapado tras un maul, y es scrum para Escocia.

El sufrimiento creció conforme lo hizo la confianza escocesa que se fue a buscar el partido con lo escaso que tenía en cuanto a recursos, pero sin inconvenientes ni preocupaciones.
Y el penal que los scots buscaban con afán, llegó. Leguizamón taló abajo (por un dudoso tackle, finito, hay que decirlo) fue sancionado con un penal y desde ahí, Laidlaw no falló.
Dura derrota que no debió ser. El empate caía como anillo al dedo al desarrollo del partido, pero se lo llevó el que no lo quería empatar aún, mereciéndolo.

Victoria escocesa y el ranking indica una cosa. Pero lo que hay que mirar es a Inglaterra el próximo fin de semana. Los Pumas necesitan mejorar su imagen, necesitan mejorar el juego y mejorar en la confianza para salir a jugar sin la presión del ranking, algo que lo tiene atado al equipo. Demasiado atado.