En la actualidad, somos 7 mil millones. Aunque significativa, el número no parece intangible. Sin embargo, la ecuación es más compleja, entre los factores, recuerde que 850 millones de personas - o el 12% del planeta - todavía pasan hambre. Es un horizonte de desafíos, pero también oportunidades.
"Estoy seguro de que no puede pensar en resolver el problema de alimentar a toda esta población sin pensar en Brasil," picos CEO nacional de Cargill, Luiz Pretti, por delante de una de las industrias de alimentos más grandes del país.
Pretti estaba en Curitiba durante el CEO Forum, un evento organizado por la Cámara Americana de Comercio, a la que asistieron líderes de diversos sectores de la economía para discutir el 2020 Brasil En una entrevista exclusiva con la Gazeta do Povo Agronegocios habló de los obstáculos que el país necesita para superar satisfacer una demanda creciente exponencialmente.
Brasil ya es líder en la producción y exportación de diversos alimentos. ¿Dónde más podemos crecer?
Luiz Pretti: En el área de grano todavía hay un largo camino para crecer. Esta temporada, si no pasa nada fuera de lo normal, se prevén una cosecha de más de 200 millones de toneladas. Pero tenemos un área libre de hierba para ser explorado. Brasil podría fácilmente duplicar la producción de alimentos sin destruir un solo árbol, sólo el ganado tecnología de alimentación y disfrutar de estas áreas para cultivos de cereales.
¿Cuáles son los principales desafíos para llegar allí?
LP: Esperamos que - como una empresa que es mucho tiempo aquí - conciencia del gobierno de las inversiones en infraestructuras. Un ejemplo muy concreto es el proyecto BR-163, que corta la región central de Brasil, y hasta el momento no se ha completado. Paralelamente a esto, nosotros, como empresa, estamos pensando en poner R $ 350 millones en el Puerto de Paranaguá cuando se renueve la licencia. Tenemos buena relación en Paraná, pero toma más tiempo de lo que esperamos. Volviendo a la BR-163, que no es un proyecto para una empresa como la nuestra para jugar, no está en nuestro ADN. En comparación, los puertos, almacenes, fábricas, lo que hacemos y lo hacemos bien. Esto es lo que creemos e invertimos. Porque si Brasil no tiene dónde drenar nuestros productos, no vamos a abandonar el lugar.