SALUD
23 de noviembre de 2016
El páncreas artificial tuvo una exitosa primera prueba en el país
El dispositivo, creado por científicos argentinos del Hospital Italiano y del ITBA en alianza con la Universidad de Virginia (EE.UU.), mide el nivel de azúcar e inyecta la insulina necesaria de forma automática.
La primera fase de pruebas clínicas en el país del "páncreas artificial", un desarrollo en experimentación a nivel mundial que se muestra efectivo para "evitar las complicaciones mortales" en pacientes con diabetes tipo 1, "finalizó con éxito" según anunciaron especialistas del Hospital Italiano junto a investigadores del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y de la Universidad de Virginia.
"En el caso de los chicos, uno de los mayores miedos de los padres es que hagan una hipoglucemia nocturna y no se despierten a la mañana: esto hemos logrado reducirlo a cero", explicó Daniel Cherñavvsky, asesor principal de la Universidad de Virginia, que integra el conglomerado que realiza el ensayo a nivel global.
El denominado páncreas artificial es una nueva herramienta médica capaz de suplir al órgano humano encargado de "modular la liberación de insulina", al interconectar y coordinar el funcionamietno de dos tecnologías ya existentes -el monitor continuo y la bomba de glucosa- , de tal modo que dependan cada vez menos del ingreso manual de información por parte del paciente. Y todo gracias a un software especial instalado en un smartphone, que además de realizar cálculos "de valor histórico y predictivo", almacenará la información y enviará los datos a un centro de monitoreo remoto que le permitirá al médico seguir por teléfono la evolución del paciente.
Cherñavvsky destacó que la prueba clínica realizada en la Argentina "es la primera en Latinoamérica", en el marco del ensayo global que está efectuando el conglomerado de organizaciones científicas que desarrolló este dispositivo.
Y si bien esta primera etapa de pruebas se realizó con un software desarrollado en la Universidad de Virginia, "la segunda se hará con un algoritmo creando pura y netamente en Argentina", a partir de un trabajo conjunto del ITBA y las universidades nacionales de Quilmes y La Plata. A cargo del diseño de este algoritmo está Ricardo Sánchez Peña, responsable técnico principal del proyecto por el ITBA.
"Todo se inició para mí de manera casual, por el nieto de un colega que tiene diabetes tipo 1 y entonces tenía 3 años. El padre decía 'si yo tuviera un sistema que me permitiera dormir 4 horas seguidas a la noche (sin tener que controlar cada dos horas el nivel de glucosa), sería fabuloso'. Esto me quedó grabado y por eso me metí en esto", contó.
En la Argentina se calcula que unas 300.000 personas tienen diabetes tipo 1 y para ellas está pensado especialmente este nuevo dispositivo médico que ensayan simultáneamente en Estados Unidos, Canadá, Argentina, Francia, Italia e Israel, aunque aún se desconoce una fecha cierta de ingreso al mercado y su costo aproximado.
El investigador principal del estudio y jefe de la sección Diabetes del servicio de Endocrinología del Hospital Italiano, Luis Grosembacher, explicó que la primera etapa de ensayos clínicos se realizó en cinco pacientes del hospital que "fueron hospitalizados para ser evaluados y monitoreados" de forma constante durante 36 horas.
Imagen Hospital Italiano. Equipo Interdisciplinario que trabajó en la fase inicial del proyecto de Páncreas Artificial. Foto Emiliana MIguelez
Cherñavvsky explicó que, por el momento, el páncreas artificial es un "híbrido" porque "el paciente interviene parcialmente" en su funcionamiento. "Ya no tiene que hacer el cálculo mental (de la cantidad de insulina), sino que informa cuántos carbohidratos va a comer y, según el nivel de azúcar que tiene, el sistema hace las cuentas por el paciente. Pero en una segunda etapa de pruebas sólo informará qué va a comer", adelantó. Y agregó: "El objetivo es que en un futuro sea 100 por ciento automático, porque la diabetes da trabajo los 365 días del año, las 24 horas, porque el paciente jamás se puede olvidar o dejar de contar lo que come o cuánta azúcar tiene en sangre". Por eso, dijo, además de "optimizar el tratamiento", el páncreas artificial le brindará al paciente "tiempo de paz mental".
Si bien esta primera etapa de pruebas se realizó con un software desarrollado en la Universidad de Virginia, Cherñavvsky adelantó que "la segunda se hará con un algoritmo creando pura y netamente en Argentina" a partir de un trabajo conjunto del ITBA y las universidades nacionales de Quilmes y La Plata.
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